La tesis central del libro Bases de la transformación del Partido Popular Democrático en la década de 1940-50, obra más reciente de Ángel G. Quintero Rivera, fue pensada alrededor del año 1975. Un borrador de sus reflexiones circuló como uno de los “Cuadernos CEREP”. La relevancia del Centro de Estudios de la Realidad Puertorriqueña para la historiografía puertorriqueña es bien conocida.

Mario R. Cancel-Sepúlveda
Comparto las notas iniciales de un comentario en proceso del libro de Angel Quintero Rivera (2022) “Bases de la transformación del Partido Popular democrático en la década de 1940-50. Economía política de Puerto Rico en la primera mitad del siglo XX”publicado por Callejón
“La tesis central del libro Bases de la transformación del Partido Popular Democrático en la década de 1940-50, obra más reciente de Ángel G. Quintero Rivera, fue pensada alrededor del año 1975. Un borrador de sus reflexiones circuló como uno de los “Cuadernos CEREP”. La relevancia del Centro de Estudios de la Realidad Puertorriqueña para la historiografía puertorriqueña es bien conocida.
Emerge este volumen en un lugar preciso y crucial de la historia reciente del país. Un momento nefando en el cual una época, la de Operación Manos a la Obra llegaba a su fin mientras otro proyecto económico sobre bases análogas a las de aquel, daba un segundo aire al crecimiento dependiente: la aplicación de la Sección 936 del Código de Rentas Internas federal. El enclave industrial que era el Estado Libre Asociado estrenaría un nuevo rostro.
El texto fue revisado en 1980, otro momento determinante para la historia reciente. Entonces el monetarismo, asociado a la Escuela de Economía de Chicago y la defensa del libre mercado basada en la “Teoría de las expectativas racionales”, estimularon la oposición a los modelos keynesianos y al Estado Interventor que habían caracterizado el ordenamiento económico desde la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial. El ciudadano consumidor asomaba de los fermentos de la fase final de la Guerra Fría.
Ello junto a la reaganomía, con su culto al señorío de la oferta y la demanda y el efecto del derrame o trickel down, legitimaba la invención de un estado hipotéticamente débil y austero y, a la vez, abonaba la semilla del neoliberalismo. La nueva emancipación del capital de la interferencia del Estado sobre la base de la desregulación del mercado y la reducción de la responsabilidad contributiva sobre la renta y las ganancias, se proponían como el boceto de una nueva concepción de la libertad como expresión de un acto de consumo y no como la emancipación de la coacción del Estado.
Los efectos de aquellos giros sobre la relación entre Estados Unidos y Puerto Rico fueron dramáticos. En este país, Carlos Romero Barceló revisó el reclamo estadoísta hasta transformar la incorporación en un derecho natural a la igualdad equiparando su discurso al de los nacionalistas. Los tiempos de la autodeterminación y descolonización como sinónimos de independencia parecían llegar a su fin. Con aquella actitud, el ideólogo estadoísta reconocía las dificultades de la incorporación por la voluntad del Congreso. Rafael Hernández Colón se movía del Nuevo Pacto (1975), una reformulación del Estado Libre Asociado como un Estado Especial, a la Nueva Tesis (1979), la aceptación pragmática de que las posibilidades de crecimiento de la autonomía eran nulas. Reconocía la improbabilidad de que la autonomía administrativa fuera ampliada por la voluntad del Congreso. El 1975 el Informe Tobin bosquejaba el derrumbe que se aceleró entre 2006 y 2014 mientras los administradores del bipartidismo barrían el polvo debajo de la alfombra.
Vuelto a revisar en 2020, cuando el proyecto de 1952 está en quiebra, el neoliberalismo se ha impuesto tras el desmantelamiento del Estado Interventor y asoma, es la fe de muchos, el agotamiento del bipartidismo, el libro adopta un rostro distinto. El Partido Popular Democrático, leit motiv del siglo que se dejó atrás, ha estado ausente de la gobernación desde 2008 y el poder mítico de Muñoz Marín se ha disuelto. Por todo ello, este es un volumen sinuoso e interesante inyectado del “espíritu del 1968”: un valioso documento de época que tiene mucho que decirles a los lectores del presente.”