Buenos días. Hacemos un alto para expresar nuestra consternación ante el fallecimiento del compañero Edgardo Manuel Román Espada, protagonista y aliado de una y mil batallas justas, de las luchas del Pueblo, de las que se sueñan y nos guían el camino. Hacedor de una nueva sociedad y mejor Patria.
Hoy acompañamos otra nota difícil, de economía mundial. Pero que no ocurre en otros lares, sino en todo sitio. Y que tiene que ver con todo, por eso es mundial. Nos dice el Fondo Monetario Internacional, FMI, que las cosas van a estar peor. Que la guerra nos afecta. Que Rusia y China estarán mejor. Que EEUU fortalece el devaluado dólar.
Y en Puerto Rico seguimos mirando las cosas pasar…
Luis Pedraza Leduc
Auguran una caída en el crecimiento económico
El Fondo Monetario Internacional ajustó a la baja sus previsiones y de concretarse, el 2023 sería el año con el desempeño más flojo en lo que va de siglo, a excepción de la crisis financiera y el Covid-19
miércoles, 12 de octubre de 2022 – 1:30 p.m.
Según las previsiones más recientes del Fondo Monetario Internacional, este año, la inflación a nivel mundial podría alcanzar el máximo de 9.5% y no sería hasta el 2024, cuando se vería una baja generalizada en los precios, para ubicarse en 4.1%. (MICHAEL REYNOLDS)
La economía mundial continuará estremecida por el aumento en precios, las subidas de intereses y diversos “shocks” que van desde la guerra en Ucrania hasta los problemas que encara el sector de bienes raíces en China, informó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo que busca influenciar la gestión financiera y fiscal de sobre un centenar de países ajustó este miércoles sus proyecciones económicas para el año entrante al tiempo que advirtió que el aumento en precios que atestiguan decenas de economías en el mundo es diverso y no se ciñe exclusivamente a los alimentos, la gasolina o el costo de la electricidad.
Según el FMI, este año, la economía global crecerá 3.2%, cifra similar a la proyección del organismo en julio pasado. Pero el año entrante, la economía crecerá menos de lo que se estimó antes. Las previsiones develadas este miércoles indican que en el 2023, la economía mundial crecería alrededor de 2.7%, unas dos décimas menos que lo previsto en julio pasado.
“La desaceleración económica en 2023 será generalizada: varios países, que representan aproximadamente una tercera parte de la economía mundial, se encuentran a punto de contraerse este o el próximo año. Las tres principales economías —Estados Unidos, China y la zona del euro— continuarán estancadas”, indicó el organismo.
Más que el ajuste decimal a la previsión de crecimiento global, si la proyección del FMI para el 2023 se concreta, ello implicará que el mundo registrará el desempeño más raquítico que se haya visto en lo que va de siglo. Ello, a excepción de la llamada Gran Recisión del 2008 y el parón que el mundo experimentó hace dos años como resultado del Covid-19.
“En pocas palabras, lo peor aún está por llegar, y para mucha gente 2023 se sentirá como un año de recesión”, reza el reporte del organismo.
De acuerdo con el FMI, la economía perderá empuje en todo el orbe, pero será Europa, la región más rezagada como resultado de la guerra en Ucrania y el disloque en el acceso a combustibles como resultado de las restricciones a Rusia.
En Europa, la economía crecerá 3.1% este año para luego desplomarse a medio punto porcentual en el 2023. Mientras, su aliado principal -Estados Unidos- podría crecería apenas 1% el año entrante. Este año, la economía estadounidense debe crecer a un ritmo de 1.6%, según las previsiones del FMI.
El caso de América Latina y el Caribe
En ese cuadro de ralentización, América Latina y el Caribe, también quedarán rezagadas. Según el FMI, la economía latinoamericana y caribeña crecería 3.5% este año para luego retroceder a 1.7% el año entrante.
En contraste, pareciera que las regiones en las que Rusia y China tienen más influencia quedarán en mejor posición.
Las previsiones del FMI indican que Asia emergente y en desarrollo crecerá 4.4% este año y 4.9% en el 2023. En Oriente Medio y Asia Central se daría un avance del producto interno bruto en el orden de 5% este año y si bien la regió vería un retroceso a 3.6% el año entrante, se trata de un desempeño que excede aquel que se anticipa en Europa.
En tanto, en el África Subsahariana, el desempeño rondará 3.6% este año y 3.7% en el 2023.
¿Qué hacer?
“La salud futura de la economía mundial depende fundamentalmente de la adecuada calibración de la política monetaria, el curso de la guerra en Ucrania y la posibilidad de que surjan nuevas perturbaciones por el lado de la oferta relacionadas con la pandemia, como por ejemplo en China”, indicó el FMI.
A juzgar por las previsiones del FMI, los múltiples y diversos “shocks” que se han experimentado a nivel también pudiera tener otro efecto adverso para Estados Unidos, a medida que continúe fortaleciéndose el dólar estadounidense.
La lista de eventos potencialmente adversos es larga y probable, explicó el FMI. Esta incluye nuevos “shocks” en los precios de los alimentos y la energía, un cuadro que podría concretarse con la interrupción definitiva del suministro de gas natural desde Rusia a Europa; mayores restricciones al crédito a medida que aumentan los tipos de interés, el resurgimiento del Covid-19 o el agravamiento de la crisis inmobiliaria en la China.
“La fragmentación geopolítica podría obstaculizar los flujos comerciales y de capital, dificultando aún más la cooperación en materia de política climática”, advirtió el FMI en su informe.
Si esos escenarios se concretan, explicó el FMI, entonces, el mundo vería uno de sus retrocesos económicos más bajos desde 1970.
“El reciente repunte de la inflación mundial ha propiciado a corto plazo, una ola de proteccionismo, sobre todo en lo que respecta a los alimentos”, reza el análisis del FMI al tiempo que advierte que al final de tales movidas, “nunca hay ganadores”.
El organismo sugirió a los bancos centrales continuar con sus respectivos ajustes de política a fin de contener la inflación, mientras los gobiernos deben desarrollar iniciativas para que las familias puedan hacer contrapeso al encarecimiento del coste de vida.