La senadora Rodíguez Veve salió a expresarse tras el veredicto de culpabilidad en el asesinato de Keishla para empujar su agenda anti-aborto. No le importo cuando desapareció, cuando encontraron su cuerpo, ni los más de 2 años que han pasado desde su asesinato para decir algo.
Que quede claro, a Keishla no la mató la legalidad o accesibilidad del aborto; la mató un hombre que quiso decir por ella.
Fue asesinada en un país con un estado de emergencia de violencia de género declarado. Bajo un gobierno que ha hecho poco o nada para remediarlo.
Recordemos que cerca de las fechas en que Andrea y Keishla fueron asesinadas se cumplían 100 días del Estado de Emergencia contra la Violencia de Género. Y fuimos miles en las calles exigiendo fiscalización e implementación.
Por eso es lamentable que funcionarios públicos electos escojan expresarse a conveniencia sobre las tragedias del pueblo al que suponen servir, cuando lo que urge es que impulsen política pública para garantizar, proteger y mejorar la vida de quienes ya habitamos este país.
Para nuestras muertas, toda una vida de lucha. #VivasNosQueremos