La comparecencia de la procuradora-interina fue una que nos generó preocupaciones sobre sus posturas en temas como el aborto, las mujeres y personas trans

ERRADICAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO NO ES UN ASUNTO DE CONSENSOS
Durante la tarde de hoy se llevó a cabo la vista pública del Senado para considerar el nombramiento en propiedad de Vilmarie Rivera Sierra para dirigir la Oficina de la Procuraduría de las Mujeres.
Lamentablemente, entendemos que la comparecencia de la procuradora-interina fue una que nos generó preocupaciones sobre sus posturas en temas como el aborto, las mujeres y personas trans.
Estamos conscientes de que cualquier candidata por parte de grupos de mujeres y feministas en última instancia tendría que ser confirmada por el Senado.
Sin embargo, recomendar a una persona que no cumpla con las posturas mínimas requeridas para la defensa de los derechos de las mujeres y la erradicación de la violencia de género en el país es mantener la OPM haciendo más de lo mismo.
Reconocemos la trayectoria de Vilmarie Rivera Sierra como parte del sector de prestación de servicios en albergues de violencia doméstica. No obstante, entendemos que la procuradora-interina no supo defender su rol fiscalizador hacia el gobierno.
Tampoco mostró claridad en su función de hacer cumplir la política pública relacionada a la violencia de género con el tema de la educación con perspectiva de género.
Reconocer la dignidad de todas las personas ha sido uno de los reclamos históricos en las luchas que hemos dado los movimientos de mujeres y feministas. Pero estas luchas también tienen contextos sociales e históricos.
La Oficina de la Procuradora de las Mujeres no debe ser dirigida por alguien que tenga las mismas posturas del movimiento de mujeres de hace veinte años atrás — cuando se creó la OPM— sino que sea una de vanguardia en los reclamos, necesidades, identidades y luchas en el 2023.
La OPM no fue creada para servir de mesa de diálogo entre posturas encontradas sobre el tema de la violencia de género; tampoco fue creada para buscar consenso ideológico.
La función de la OPM es erradicar la violencia de género: fortaleciendo y haciendo cumplir las políticas públicas para garantizar los derechos humanos de las mujeres, promoviendo la equidad y eliminando todas las manifestaciones de discrimen y violencia hacia las mujeres.