Una multitud se situó esta tarde en la calle Fortaleza para recibir el regalo que, desde sus balcones, ofreció la Fundación Nacional para la Cultura Popular a toda la comunidad
martes, 27 de diciembre de 2022, 8:15 pm
Por Shakira Vargas Rodríguez El Nuevo Día

“Dame la mano paloma”, “Voy subiendo, voy bajando” y “Alegre vengo” se escuchaban cantar por una multitud que con maracas, güiros y otros instrumentos musicales, se dio cita desde poco antes de las 4 de la tarde de hoy en la calle Fortaleza, del Viejo San Juan.
La icónica calle adoquinada volvió a cobrar fuerza, esta vez no como símbolo de protesta, sino de pura celebración navideña, pues como regalo de la Fundación Nacional para la Cultura Popular (FNCP), desde sus balcones se presentó -nuevamente- el cantante puertorriqueño Danny Rivera para formar parte de otra edición de “Atardecer Navideño”.
Luego de la bienvenida, a cargo del fundador y director de la fundación, Javier Santiago, con el tema “Venimos desde lejos”, a las 5:25 p.m. dio inicio a una tarde de fiesta en la voz de Rivera, quien un día como hoy, en el 2013, se presentó en la primera edición de “Atardecer Navideño”.
Los temas “Todavía es Navidad” y “Mañanita campanera” causaron el furor del público, quienes enviaban toda su energía al intérprete, que a su vez ponía de manifiesto su espontaneidad tanto en los temas musicales como con sus comentarios.
“En esta actividad que estábamos esperando abrimos los ojos y encontramos quiénes somos, así que lo que esperábamos es el que nos encontremos con nosotros mismos cada vez que nos reunimos para celebrar nuestras tradiciones, y sentirnos orgullosos de esta isla y de ser lo que somos”, expresó el cantante puertorriqueño, con 60 años de trayectoria, quien no dejó de interactuar con su público.
La alegría permeó en esta celebración que por dos años tuvo que cesar por la pandemia, por lo que era de esperarse el entusiasmo de este atardecer, en el que también se escuchó cantar el tema “Qué lindas son las mañanas de mi Boriquén”, así como extractos de “De la montaña venimos” y “De los hijos de mamá”.
“Ustedes nos apadrinaron con su presencia para que nosotros continuemos con nuestro compromiso de mantener y enarbolar la cultura nacional puertorriqueña en el sitial donde tiene que estar. Ahora esta fiebre maravillosa de encontrarnos es la que produce en nosotros el orgullo de enseñarle a nuestras familias que la belleza de cantar es la belleza del espíritu cuando se encuentra en familia”, dijo el cantante para luego interpretar el tema “Jardinero de cariño”, mientras exhortaba continuamente al público a celebrar la vida.
En un tono más calmado entonó “Noche de paz”, que dedicó a todas las personas que están delicadas de salud y exhortó los presentes a amar a sus hijos más que nunca, y a demostrárselo.
A la presentación de Rivera se le unió una voz femenina, que fue su invitada especial, la cantante Chabela Rodríguez, quienes a dúo entonaron la canción “De mi voz nació la luz”. La interpretación arrancó gritos y aplausos del público.
“¡Qué lindo se ve desde aquí y sin vallas, mejor”, dijo Rodríguez desde el balcón para entonar en solitario los temas “Fiesta” y “Casa abierta”. Para la celebración, que tiene lugar en la calle Fortaleza #56, esquina calle Del Cristo, para muchos conocida como “Calle de la Resistencia”, las vallas que marcan el perímetro hacia La Fortaleza fueron movidas algunos metros.
Rivera regresó al balcón con elogios para su isla, Puerto Rico, saludó a los turistas y hasta chistó al hablar en inglés. Para continuar el espectáculo de una hora y media, en el que estuvo acompañado en el cuatro y la guitarra por Carlos “Pachito” Vega, además de ser el director musical; Oscar “Lolo” Figueroa en la batería; Daniela Santos en el piano y acordeón, Emma Colón Zayas en la percusión; Luis “Wiso” Vélez en el bajo; y el coro compuesto por Patricia Vásquez y Yaritza Zayas.
“El Tinajero” fue parte del repertorio, así como la interpretación de lo que llamó el canto de la conciencia nacional, “Yo soy como el coquí”.
“Ojalá que no tengamos que usar más vallas y que la canción sea el soporte de nuestra identidad”, expresó el cantante, mientras resaltó la labor que realiza la FNCP. “¡Demostremos que estamos vivos, que Borinquen vive, coño!”, agregó.
Con las canciones “Pastores a Belén”, “El Cardenalito” y “Plena de amor” culminó el atardecer, para darle paso a la noche, en lo que fue un regalo lleno de música con una potente voz, pero no sin antes complacer a las masas que le gritaban y pedían a Danny otra canción. “Tu pueblo es mi pueblo” fue enérgicamente cantada y coreada, cargada de buenos deseos, felicitaciones y bendiciones.
La familiaridad que dan los balcones
Rivera se mostró satisfecho, complacido y agradecido al culminar su espectáculo, que describió como uno muy familiar por esa particularidad que se genera en los balcones de las residencias.
”Siempre se crea esa empatía porque los balcones siempre son familiares. Es como que voy a ver a un amigo que va a darme una serenata y yo se la voy a dar a él también. Entonces el balcón sirve para eso”, expresó a El Nuevo Día, una vez finalizado el “Atardecer Navideño”.
El espacio sirvió para la espontaneidad y la improvisación, porque para el cantautor disfrutar lo que se hace es la única forma en que se pueden producir emociones en nosotros.
”Una de las cosas mágicas de todo esto, de cantar desde un balcón es algo muy especial. Es como cuando los niños les regalan regalos que se sienten tan felices. La gente llega porque va a recibir algo y viene de otra casa, del balcón de otra casa. Es como algo bien íntimo y al mismo tiempo bien espontáneo. Todo el mundo se siente libre porque es para que todo el mundo cante realmente. La estrella de todo esto es el público”, manifestó el artista, que se prepara para el nuevo comienzo que trae el 2023.