Hay un descenso marcado en la participación de los votantes que requerirá de un gran esfuerzo de la clase política y mayor concienciación al electorado
San Antonio Acha resaltó que, entre el electorado, predomina el pesimismo y la negatividad. Se cree, agregó, que “rojos y azules son iguales y no importa el que gobierne, mi situación va a seguir igual, y que los partidos nuevos tampoco harán la diferencia”. Además, dijo que la existencia de una Junta de Supervisión Fiscal también abona a la frustración del elector porque hay quienes piensan que quienes componen el organismo toman las decisiones, así que se cuestionan para qué votar.

lunes, 20 de febrero de 2023 – 11:40 p.m.
Por Gloria Ruiz Kuilan El Nuevo Día
Ante la merma sostenida que refleja la participación electoral en la isla, la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) apuesta a salir a la calle a buscar electores, pero conocedores del tema entienden que esa iniciativa será insuficiente, pues argumentan que el desánimo para ir a las urnas responde principalmente a la desalentadora oferta política.
Según cifras de la CEE, la participación electoral en las pasadas elecciones fue de un 55.02%, mientras que, en 2004, llegó a ser de 82%.
“Hay un creciente descontento con la clase política. Para mí, esa es la explicación más obvia. Hasta el 2012, el declive de la participación (electoral), fuera ya sobre población inscrita o población con edad para votar, era bien gradual. No era tan marcado. Y, aunque se sabía que las cosas no iban bien en Puerto Rico, no se pensaba que iba a ser tan grave”, sostuvo Manuel Álvarez Rivera, asesor de la CEE y dueño-administrador de la página eleccionespuertorico.org, dedicada a documentar eventos electorales locales e internacionales.
“En las elecciones del 2012, votaron 1.9 millones de personas. En 2016, votaron 1.6 millones, o sea, 300,000 (electores) menos, y, en el 2020, votaron 1.3 millones, otra vez, 300,000 menos. El riesgo es que, en el 2024, nos quedemos con un millón de votantes. ¿Y cuál es el riesgo? Que, aunque en Puerto Rico no hay un umbral de participación para validar la elección, tener la participación alta le da una aureola de legitimidad a los procesos electorales porque se ve que el electorado está envuelto en los procesos electorales. De lo contrario, vamos a ver a un electorado cada vez más indiferente y quienes decidan quiénes son nuestros gobernantes sea una minoría”, abundó.
El gobernador Pedro Pierluisi fue electo, en noviembre de 2020, con el 33.24% del favor del electorado.

Álvarez Rivera advirtió, igualmente, que desde 2016, por orden del Tribunal Federal, solo se puede inactivar un elector en el registro electoral si no vota en dos elecciones consecutivas. Por ende, estimó que, desde entonces, el registro está inflado por aproximadamente 600,000 a 700,000 electores. “Pese a esto, ese número (la participación de personas con edad para votar) viene bajando desde el 2000. Coincide con el hecho de que, desde el 2000, ningún gobernante dura más de un cuatrienio. La participación va en declive hace ya 20 años. Es preocupante”, apuntó.
Perfil de la mayoría de los votantes
Álvarez Rivera destacó que la mayoría de los electores inscritos y votantes son mujeres. “He encontrado que los grupos con mayor participación son los de mediana edad, justo antes de llegar al retiro, 50 a 59 años es el pico de la participación electoral. Los jóvenes, por lo general, no tienen la mejor de las participaciones”, sostuvo.
Ante ese cuadro, la CEE ha retomado la tarea de inscribir nuevos electores o reactivarlos en el registro electoral, indicó el presidente del ente electoral, Francisco Rosado Colomer.
“Aunque vamos a las escuelas y universidades, eso está atado con nuevos electores, no con viejos electores. Así que, una vez terminamos ese proceso de inscripción en las escuelas, porque se atendieron las escuelas, las universidades no se impactaron tanto, hicimos un proyecto de actualización de registros electorales, (visitando) hogares de envejecientes y égidas”, indicó el presidente de la CEE.
Según números provistos por Álvarez Rivera, el 31 de enero de 2011, había 146,861 electores nuevos inscritos; el 31 de enero de 2015, la cifra de nuevos votantes fue de 109,726 y el 31 de enero de 2023, hubo 27,344.
Actualmente, el registro electoral con personas hábiles para votar es de 1,922,187, incluidos 22,055 reactivados. “Ahora mismo, un 29% de los electores inscritos lleva una elección sin votar. Esos son más de 560,357 electores que no van a votar”, apuntó Álvarez Rivera.
Según los resultados de La Encuesta de El Nuevo Día publicados la semana pasada, el interés de la ciudadanía en los comicios generales de noviembre de 2024, se perfila “tibio”. Uno de cada tres electores elegibles para votar (33%) que participaron del sondeo dice estar “muy” interesado en las próximas elecciones, mientras que uno de cada cuatro (25%) está “algo” interesado. Del resto de los participantes, 18% se siente más neutral o indiferente, un 11% acepta estar “poco” interesado y el 13% dice que no tiene interés en el evento electoral.
Mientras, al analizar el nivel de entusiasmo comparado con elecciones anteriores, el 39% de todos los electores elegibles para votar dice estar “igual” de entusiasmado, 38% menos animado, 18% más entusiasmado y 5% no opinó.
Rosado Colomer reconoció que la CEE, por décadas, se ha mantenido hermética y no expone sus procesos ni la labor que realiza. En busca de cambiar eso, dijo que promueve que los estudiantes acudan a las oficinas centrales de esa agencia, mediante excursiones, para que conozcan sus funciones, y también planifica una campaña de orientación al elector.
Rechazó que la regionalización de las Juntas de Inscripción Permanente (JIP), que reduce esas oficinas a 12 para toda la isla por directriz del Código Electoral de 2020, desaliente a los electores a inscribirse o reactivarse en el registro electoral.
“La apatía del elector a votar, a mí por lo menos, me permite concluir que ya no debemos ser una institución que deje de buscarlo. Creo que debemos cambiar la cultura. Debemos salir a buscar al elector. Debemos ir a los centros de congregación de los electores y montar JIP temporeras, participar de las ferias que hacen los representantes y los senadores. Las ferias que hacen los alcaldes, las ferias de artesanos”, afirmó Rosado Colomer.
Además, dijo que la CEE debe adoptar prácticas, que ha visto en países como Ecuador y Costa Rica, en las que el ente electoral coloca en su página electrónica el programa de gobierno de todos los partidos para que el elector se informe antes de votar.
Advierten sobre los riesgos del desinterés electoral
A juicio del catedrático en Derecho Carlos Ramos y el exrepresentante popular Charlie Hernández, es “peligroso” que siga bajando la participación electoral porque se deja en manos de un grupo reducido el rumbo del país.
Coincidieron, en entrevistas separadas, en que debe empoderarse al elector y cambiar los criterios que muchos utilizan al acudir a las urnas.
“El país no tiene que conformarse con la mediocridad, y la clase política tiene que comportarse con altura. Para las próximas elecciones y las que vengan, tiene que demostrar un contraste dramático con la clase política que ha gobernado hasta el día de hoy. Es un reto, definitivamente, es un reto”, puntualizó Hernández.
Mientras, Ramos opinó que revertir la situación requerirá “un liderato político que ilusione al país dentro de la desgracia”. “Eso no es fácil. Primero, hay una crisis muy seria con los partidos: el llamado bipartidismo y, por otro lado, los movimientos electorales alternativos y emergentes que producen un discurso nuevo no son capaces de ilusionar como se debe”, sostuvo.
Aunque el ex comisionado electoral del Partido Popular Democrático Guillermo San Antonio Acha aplaudió la idea de la CEE de salir a la calle a buscar electores, enfatizó en que eso no es suficiente porque hay otros factores que inciden en la apatía del votante.
“La Comisión ha perdido tanta legitimidad, también, que presumir que, porque va a sacar una campaña de publicidad bonita… va a generar la movilización que hace falta, creo que es iluso. La CEE también ha caído en desprestigio público, sobre todo, por el último ciclo electoral”. señaló.
San Antonio Acha resaltó que, entre el electorado, predomina el pesimismo y la negatividad. Se cree, agregó, que “rojos y azules son iguales y no importa el que gobierne, mi situación va a seguir igual, y que los partidos nuevos tampoco harán la diferencia”. Además, dijo que la existencia de una Junta de Supervisión Fiscal también abona a la frustración del elector porque hay quienes piensan que quienes componen el organismo toman las decisiones, así que se cuestionan para qué votar.
“Haría falta unos políticos y candidatos que inspiren a la gente, una clase política que inspire a Puerto Rico a hacer unos cambios. Va a necesitar de gente que enamore e inspire y saque la gente a votar”, puntualizó San Antonio Acha.