Hoy ampliamos este análisis con la opinión de economistas puertorriqueños sobre el impacto de la guerra en la colonia

Buenos días. Ayer compartimos un análisis sobre las tendencias de proteccionismo en las economías de Estados Unidos y ciertos países europeos. Hoy ampliamos este análisis con la opinión de economistas puertorriqueños sobre el impacto de la guerra en la colonia. Hacemos reserva sobre las premisas que sobre la guerra hace la periodista y el medio citado.
Uno de los consultados habla de cómo los fondos federales dan aire al país frente al impacto inflacionario de la guerra. Otros nos presentan sus preocupaciones ante la subida de precios en los artículos de consumo, el aumento en los intereses y la ausencia de políticas netamente puertorriqueñas.
La inflación en los costos de combustible y energía sumados al aumento en las tasas de intereses explican en parte las quiebras de pequeños negocios. Para la economista Martha Quiñones es importante destacar los cambios geopolíticos entre los polos económicos y las posiciones en el mundo latinoamericano.
Los economistas consultados no ven pronta solución a la guerra por lo tanto creen que los problemas de aumento de precios y escasez podrán agravarse. También la percepción de la gente sobre una guerra que solo ven desde la óptica mediática norteamericana puede ir cambiando ante el costo en sus bolsillos.
Es importante que los sindicatos y otras organizaciones sociales profundicen sobre la guerra y cómo nos afectamos. No podemos permanecer como espectadores pasivos ante el riesgo que enfrentamos, las consecuencias y el daño irreparable de una guerra entre intereses económicos.
Luis Pedraza Leduc
Expertos analizan el saldo de la guerra en Ucrania en la economía local
● Tres economistas analizan los efectos de la invasión rusa y las repercusiones que verá el mundo si el conflicto continúa por tiempo indefinido
- El Nuevo Día
- 19 Feb 2023
- MARIAN DÍAZ marian.diaz@gfrmedia.com Twitter: @mariandiazrodri
Rescatistas intentan acceder a un edificio residencial en Pokrovsk, Ucrania, tras ser destruido por un misil el pasado 15 de febrero. (AP Photo/Evgeniy Maloletka)
Hace casi un año, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, invadió a Ucrania tras desplegar, por meses, sus fuerzas militares a lo largo de la frontera ucraniana, en particular en la región de Dombás.
En aquel momento, algunos analistas advertían que muchos países -y no solo Rusia y Ucrania- sufrirían consecuencias terribles. Además de lo evidente: pérdida de vidas, destrucción de infraestructura y los traumas emocionales que acarrea una guerra, se apercibía que este enfrentamiento afectaría a toda Europa y tendría repercusiones a nivel global.
Doce meses después, la guerra continúa y no hay indicios de que esté por terminar. Negocios entrevistó a tres economistas para conocer cómo este enfrentamiento marcó la economía local y global en el pasado año y lo que podría ocurrir si el conflicto se extiende.
“Nadie pensó que iba a durar tanto. Los primeros que se equivocaron fueron los rusos; subestimaron la capacidad de Ucrania, lo que ha hecho que la guerra se prolongue”, expresó Roberto Orro. Señaló que el mayor impacto que ha tenido este conflicto en la isla ha sido el alza en los precios del combustible, “aunque ya han bajado algo”, expresó el economista. “Económicamente, la guerra ha creado un alza en el precio de los combustibles, pero menos de lo que se esperaba, aunque los peligros no han desaparecido”, agregó Orro.
LA RESPUESTA LOCAL
Para evitar que el precio de los combustibles se elevara sin control en Puerto Rico, el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) mantuvo congelado el margen de ganancias sobre la gasolina y el gas desde el inicio de la guerra hasta principios de octubre pasado. Los grandes ganadores han sido las principales compañías petroleras -Shell, Chevron, ExxonMobil, Total Energies y BP- y de gas, que generaron ganancias récord. En total, según divulgaciones al mercado, estas empresas sumaron $151,000 millones en ingresos netos en el 2022 y se espera que el 2023 continúe esa tendencia.
Orro sostuvo que el conflicto bélico ha coincidido con la llegada a Puerto Rico de fondos federales para la reconstrucción, lo que ha ayudado a sostener la economía. “Aunque la situación de desarrollo económico no se ha resuelto, ha habido estabilidad”, comentó.
El alza en el combustible desencadenó aumentos en casi todos los segmentos de la economía, tales como alimentos, transportación y construcción, señaló por su parte Heriberto Martínez, expresidente de la Asociación de Economistas de Puerto Rico (AEPR). “Los precios de la energía y de los alimentos son bien sensibles a cambios internacionales inesperados”, afirmó.
Martínez recordó que Ucrania es exportador de granos y cereales, y al estar en guerra no ha podido atender los cultivos. Por tanto, la oferta se vio afectada, la demanda de alimentos aumentó y los precios se elevaron dramáticamente.
IMPACTO EN LOS PRECIOS
En el caso de Estados Unidos, los alimentos aumentaron 13%, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés). Mientras, en Puerto Rico, aunque el Índice de Precios al Consumidor está subvalorado, el informe a diciembre de 2022, indica que los alimentos y bebidas subieron 11% en comparación con el mismo mes un año antes. Mientras, la transportación se encareció 5.8%, el combustible aumentó 9.7% y las piezas para vehículos de motor, otro 7.6%.
Las manifestaciones inflacionarias asociadas con la guerra en Ucrania han propiciado que los bancos centrales aumenten las tasas de interés. “Eso ha causado un impacto en las Pymes. Lo vemos en las quiebras por reestructuración y en los cierres de negocios. No solo han encarecido los costos de energía, sino que muchas pymes dependen de las líneas de crédito y de préstamos para mantenerse en pie en momentos de incertidumbre”, manifestó Martínez. Cabe aclarar que previo al conflicto bélico, ya había presiones inflacionarias en Estados Unidos.
POSIBLES CAMBIOS
Más allá del alza en precios, la escasez de algunos productos en el mercado internacional y la consabida inflación, la economista y profesora Martha Quiñones, llamó la atención hacia el impacto geoeconómico de esta guerra. “Tal parece que volvemos a los bloques políticos-económicos de antes, que son más lucrativos, pues aseguran unas mercancías, movimientos de industrias y reenfoque de ayudas. La alineación contribuye a que las ayudas que se ofrecen se definan con estrategias políticas y no se tengan que encubrir como ayudas nada más”, expresó Quiñones.
Señaló la economista que, a nivel geopolítico, se configuran alternativas como la moneda virtual de la que ha hablado la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) e incluso China. Con ello, buscan menoscabar el control que representa la hegemonía del dólar estadounidense. “Esto puede provocar una crisis económica y financiera internacional”, sostuvo.
A la economista le preocupa que Puerto Rico no esté atento al entorno global; que solo descanse en la llegada de fondos federales, y no articule un plan de desarrollo económico ni se prepare para posibles cambios en la oferta mundial.
LAS SANCIONES AL KREMLIN
Mientras el mundo padece los efectos de la guerra, las sanciones impuestas por Europa o Estados Unidos no han tenido el efecto que se esperaba porque la economía de Rusia es enorme, dijo Orro, al resaltar que es un país con recursos minerales, energía, fábricas, que ha redireccionado sus exportaciones a India y China. “El mundo ya no es Estados Unidos, Canadá, Japón y Europa. Ahora tienes un peso económico y tecnológico en Asia”, expresó.
De otro lado, después de la invasión a Ucrania, Rusia encontró nuevos clientes para su industria de petróleo y gas, lo que ha servido para mitigar las sanciones impuestas por Occidente. Ahora, es el principal proveedor de petróleo a China, al que también le vende gas. Acudió también a India, país que compra casi una quinta parte de las exportaciones rusas de petróleo. Previo a la guerra, solo el 1% de las exportaciones rusas de petróleo se destinaban a India.
“El precio del petróleo se disparó por haber puesto las sanciones”, dijo Martínez. Se esperaba que las sanciones provocaran una caída de 15% en la economía rusa, agregó el expresidente de la AEPR, pero “la realidad es que la contracción económica de Rusia fue solo de entre 2% y 3% para el año 2022”. Las sanciones provocaron, además, que la economía de India creciera más del 7% y Venezuela 7.5%. En este último, Estados Unidos permitió que Chevron y otras petroleras exploren yacimientos y refinen petróleo, agregó Martínez.
¿QUÉ PASA SI LA GUERRA SE PROLONGA?
La raíz de este conflicto obedece a situaciones históricas, que datan de cientos de años, comentó Orro, y por eso, no visualiza una solución en el corto plazo. Esto, aun cuando Estados Unidos y la Unión Europea apoyen con equipo militar de última tecnología al invadido país.
Desde que inició la invasión en febrero de 2022, Estados Unidos ha enviado $13,000 millones en ayudas, y el nuevo presupuesto federal para el fiscal 2023 incluyó $45,000 millones adicionales en ayuda económica, humanitaria y de seguridad para Ucrania. A pesar de ello, Orro insiste en que el conflicto no está cerca de solucionarse, pues Ucrania no es homogéneo; gran parte de su población es rusa y es el idioma que habla. Esto por haber sido parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la que se disolvió en 1991.
“Es un problema político. La pregunta es ¿cuál es el cuadro político al que se quiere llegar? Un 20% del territorio de Ucrania está ocupado por Rusia y también Crimea, y no creo que regresen (a Ucrania). Rusia quemó las naves y los dos países se están jugando la supervivencia”, advirtió Orro. Una posible solución sería, según él, la partición de Ucrania. Le preocupa que a medida que la guerra se prolongue, las apuestas por derrotar a Rusia escalen, y aumente el peligro del uso de armas nucleares.
Por su parte, Martínez indicó que “los precios de los alimentos continuarán en escalada si el conflicto no termina pronto. Y en Puerto Rico estarán más altos que en la Florida o Nueva York porque la mayoría de los productos que se consumen son importados”. Según Martínez, los países van a tener que otorgar subsidios a los alimentos para su gente, tal como ha hecho Bolivia.
Pese a que no cree que el conflicto termine este año, indicó que el nivel de inflación está empezando a crear malestar en Occidente. Por ello, no descarta que en el 2024, sea un tema de campaña en las elecciones presidenciales. “Los contribuyentes en Estados Unidos son defensores del conflicto, pero la inflación y los costos de la guerra pudieran pesar”, opinó Martínez.