Estos empleados reciben el salario legal establecido pero no reciben salario marginal, es decir beneficios de licencias, plan médico y otras condiciones de trabajo. Aquí se encuentra la esencia de lo que los patronos buscan y defienden.
Por ello los patronosse oponen a la organización de los empleados en sindicatos y a negociar convenios colectivos. También se oponen al concepto de pensiones ya que no conciben empleos permanentes, líneas de carrera y vocación.

Buenos días. Ahora resulta que el aumento en el salario mínimo que entró en vigor el mes de julio pasado no tuvo mayor impacto. Incluso, tanto el gobierno como asociaciones de patronos y sus asesores sostienen que el próximo aumento en el salario mínimo ($10.50 la hora) a partir de julio del 2024 no debe tener mayor efecto.
Según la noticia que acompañamos el impacto mínimo se debe a que una mayoría absoluta de trabajadores reciben salarios mayores al salario mínimo. No creemos que eso sea así. La realidad admitida por los sectores patronales entrevistados es que hay menos empleados en nómina por lo cual los salarios subieron para ser competitivos y poder retener a los empleados.
Otros factores son un mayor número de empleados a tiempo parcial y por contratos. Estos empleados reciben el salario legal establecido pero no reciben salario marginal, es decir beneficios de licencias, plan médico y otras condiciones de trabajo. Aquí se encuentra la esencia de lo que los patronos buscan y defienden. Esa mal llamada reforma laboral, que en su última versión en 2017 logró ampliar los periodos probatorios, reducir las licencias de vacaciones y enfermedad, limitar las obligaciones de los patronos en casos de despidos injustificados, entre otras condiciones de empleo, es lo que importa a los patronos. Ellos quieren un empleo al menor costo posible, sin costo mayor en las condiciones de empleo. El salario mínimo por hora puede ser mayor pero que no toquen las condiciones y beneficios marginales.
Por ello se oponen a la organización de los empleados en sindicatos y a negociar convenios colectivos. También se oponen al concepto de pensiones ya que no conciben empleos permanentes, líneas de carrera y vocación.
Los índices de ganancias para los patronos van en alza lo cual les permite a los patronos acumular mayor riqueza, por tanto elevar el salario no les afecta. Y si un aumento de salario detiene las protestas sociales por el costo de vida y la inflación, entonces no hay mayor oposición.
Para reiterar nuestro argumento, recordemos que la Junta de Control Fiscal no se opone al aumento de salario mínimo, pero si se opone a las enmiendas a la mal llamada reforma laboral y proyectos sobre pensiones.
Esta es la clave que los sindicatos tienen que descifrar para validar la necesidad de organizar y negociar convenios para trabajos decentes y en contra de la precarización del trabajo.
Luis Pedraza Leduc
Muy leve el impacto del nuevo salario mínimo en la economía
El alza en la paga que recibieron los trabajadores en julio pasado contribuyó, en promedio, entre 0.16% y 0.24% al crecimiento del producto real bruto de la isla, según la Junta de Planificación
miércoles, 18 de octubre de 2023 – 11:40 p.m.

Julio Lassús Ruiz, presidente de la Junta de Planificación, reconoció que el leve impacto económico del aumento en el salario mínimo a $9.50 se debe a la alta competencia en el mercado. (Suministrada)
El segundo aumento en el salario mínimo, que se implementó en Puerto Rico en julio pasado, tuvo un impacto limitado en la economía, puesto que solo aportó, en promedio, entre un 0.16% y 0.24%, al crecimiento del producto bruto real de la isla, informó este miércoles la Junta de Planificación (JP). Si bien es cierto que el aumento salarial representó un alivio para unos 202,346 trabajadores, la realidad es que el restante de los asalariados (553,924) que cualificaban para el aumento, ya devengaban $9.50 por hora o más, lo que responde a una competitividad del libre mercado para atraer empleados y no al resultado directo de la Ley de Salario Mínimo, según la JP.
“Estos valores se pueden deber a varios factores, como el número de empleos que están fuera del umbral (de $9.50), por lo que el significado de impacto es menor, porque no estuvieron cobijados por la legislación como tal. Los niveles de salario reales son de mayor magnitud, lo cual es positivo para el empleado, porque está recibiendo un salario más alto que incluso del salario mínimo”, dijo Julio Lassús Ruiz, presidente de la JP. La Ley 47-2021, firmada en 2021 por el gobernador Pedro Pierluisi, estableció un aumento escalonado en el salario mínimo en Puerto Rico, de $7.25 la hora a $8.50, en enero de 2022, y luego a $9.50 por hora, alza que entró en vigor el pasado 1 de julio. El estatuto ordena aplicar, en el 2024, un tercer aumento en el salario mínimo de Puerto Rico, a $10.50 por hora siempre que se produzcan ciertas condiciones.
Aunque el último aumento sumó un estimado de $116.6 millones en nómina, este no fue suficiente para tener un efecto económico significativo en el producto bruto real de la isla. Los sectores que vieron el mayor impacto de la determinación de política pública fueron servicios administrativos y de apoyo (27.2%), comercio al detal (19.3%) y alojamiento y restaurantes (15.7%). Sin embargo, la metodología que utilizó la JP no consideró el efecto inflacionario, de acuerdo con Alejandro Díaz, director del programa de Planificación Económica y Social, porque ese análisis debe completarse al finalizar el año fiscal 2024.
“Para nosotros tener un análisis respecto a la inflación, debemos esperar. El aumento (en el salario mínimo) fue tan reciente como en julio. Estamos esperando a nosotros terminar el trabajo de las cuentas sociales para realizar la deflación y conocer el impacto (económico) a nivel real”, respondió Díaz a preguntas de El Nuevo Día.
Pierde efecto la legislación
El leve impacto económico de la última subida salarial requerida por ley no fue de sorpresa para la presidenta del Centro Unido de Detallistas (CUD), Lourdes Aponte. Aponte destacó que el sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes) había expresado que pagaban más del salario mínimo para poder reclutar personal.
“La fuga de talento y el alza migratoria que ha habido en el último tiempo, nos ha puesto a competir por el mejor talento y a que cada empresa cree las mejores condiciones de empleo”, sostuvo Aponte.
Según Aponte, hay un amplio sector comercial que ofrece un salario mínimo de $12 por hora, por lo que el próximo aumento programado por la legislación a $10.50 se convertiría en sal y agua. “De cara a julio hay que ver este impacto de un aumento, frente a una inflación y a los retos existentes y a los cambios políticos que se avecinan”, expresó Aponte a este rotativo.
El Nuevo Día cuestionó a la JP sobre si el análisis efectuado considera las proyecciones para la próxima alza. A ello, el presidente Lassús Ruiz indicó que, al momento, no cuentan con proyecciones. Asimismo, se desconoce cuántos asalariados en Puerto Rico ya devengan $10.50 la hora o más.
Por su parte, el contador público autorizado (CPA), Eduardo González, entiende que “con toda probabilidad”, el salario mínimo hubiera aumentado sin la necesidad de la aprobación de la ley, por la escasez de empleados. “La falta de personal es tan aterradora que tengo clientes dando bonificaciones a empleados que nunca le daban. Como ya la situación, está causando que (los patronos) tengan que buscar más formas de compensar a los empleados”, dijo González, quien mencionó que incluso los puestos a tiempo parcial han aumentado la compensación salarial por hora.
La directora ejecutiva de la Asociación de Comercios al Detal (Acdet), Lymaris Otero, expuso que las cadenas comerciales en Puerto Rico, que abarcan más de 50,000 empleos, sobrepasan el salario de $10.50 desde hace años, por lo que señaló la falta de análisis a la hora de aprobar legislaciones. “Lo que tal vez tenemos que tener en perspectiva es que, precisamente, estas cosas ocurren en términos de impacto económico, porque cuando aprobamos leyes en Puerto Rico, carecemos de hacer un ejercicio económico en profundidad y responsable”, dijo Otero.
Así las cosas, tanto las portavoces del sector comercial como el CPA, anticiparon que el próximo aumento del salario mínimo a $10.50 arrojará resultados similares sobre el producto real bruto.