El movimiento sindical y otros sectores que representan directamente a la clase trabajadora organizada deben asumir este tema que dice mucho sobre el modelo de producción, las condiciones de trabajo y las propuestas sobre el mundo del trabajo en general. Sobre todo cuando quienes nos gobiernan, la Junta de Control Fiscal, continúan aplicando sus medidas de austeridad y fórmulas neoliberales.

Buenos días. Anteriormente hemos tratado el tema económico citando el discurso de importantes funcionarios de la administración Biden para establecer un nuevo “Consenso de Washington”. También hemos tocado las visiones de importantes figuras a nivel mundial para hablar del fin del neoliberalismo y la necesidad de otro orden mundial.
Hoy traemos la noticia que nos habla de la “desglobalización”. Economistas y otros interesados dan su opinión sobre el impacto positivo o negativo que tendría en Puerto Rico. Hay diversas maneras de interpretar este tema. Desde la posición de los empresarios, que tienen que ver con el comportamiento de los mercados, oportunidades y riesgos, o puede analizarse el efecto sobre la población como trabajadores, consumidores, dependientes de una economía de enclave en la colonia.
El movimiento sindical y otros sectores que representan directamente a la clase trabajadora organizada deben asumir este tema que dice mucho sobre el modelo de producción, las condiciones de trabajo y las propuestas sobre el mundo del trabajo en general. Sobre todo cuando quienes nos gobiernan, la Junta de Control Fiscal, continúan aplicando sus medidas de austeridad y fórmulas neoliberales.
Pensar el país y soñar con un futuro mejor, se impone.
Luis Pedraza Leduc
De cal y arena la desglobalización en Puerto Rico
Una pausa en la globalización incentivaría la producción local de los países
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Los sucesos mundiales de la pandemia por covid-19, el aumento en la tasa inflacionaria y el conflicto bélico en Europa fueron algunos de los eventos que detuvieron el crecimiento de la globalización, lo que pudiera tener efectos tanto positivos como negativos para la economía en Puerto Rico, según economistas consultados por EL VOCERO.
De acuerdo con el economista José Alameda, ya comenzó el proceso de la desglobalización, pero desconoce lo fuerte que pueda ser este suceso, que catalogó como el “nuevo orden económico”. “Ahora hay una polarización de los países y eso es lo que le están llamando la desglobalización, lo que yo no tengo claro es cuán profunda sea esa desglobalización”, indicó Alameda.
La globalización es un proceso económico y geopolítico en el que se fomenta la comunicación y el intercambio comercial a nivel mundial, por lo que una desglobalización segmenta las economías del mundo en regionales y locales. Además, en la globalización se incluyen los cambios tecnológicos, digitalización, entre otras transformaciones “que permiten las transferencias de dinero a diferentes partes del mundo”, añadió Alameda. Según el economista, Puerto Rico se inserta en la globalización a través del sector manufacturero y de la banca internacional, al producir bienes y servicios a nivel global, dos sectores que han afrontado cierres recientes en la Isla.
Para el economista Heriberto Martínez, la desglobalización provocará que a nivel global se ajusten los actores económicos, reduciendo los intercambios comerciales en las regiones donde más impacto tuvo la inflación. No obstante, aseguró que se promoverá la producción local y la creación de acuerdos comerciales entre países más cercanos. “La inflación provoca que los países importadores tengan muchos problemas para comprar sus alimentos. Así que ese tipo de inflación es un incentivo para comenzar a producir localmente”, dijo Martínez, quien entiende que la globalización continuará a través de las comunicaciones, sector financiero y otros servicios, pero no así en áreas más tangibles, como la producción de alimentos.
“En el caso de Puerto Rico, todo va a ser un poco más complicado porque es una región económica de Estados Unidos, por lo tanto, Puerto Rico lo que necesita en estos momentos es observar su ecosistema empresarial y ver en qué áreas, tanto del sector público, como el privado y el cooperativo pueden invertir para producir localmente”, expuso Martínez. El economista exhortó, además, a que se aprovechen los acuerdos de libre comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana para insertarse en la economía regional. “Eso lo que significa es que las empresas de Puerto Rico pueden participar en cualquiera de estos países sin ningún tipo de restricción. Esos diálogos vamos a tener que iniciarlos en los próximos años”, sostuvo Martínez.
En tanto, la impresión del economista es que una vez se estabilicen los actores económicos a nivel mundial, se reiniciará el proceso de globalización.
Por su parte, el asesor financiero y CEO de Birling Capital, Francisco Rodríguez, indicó en declaraciones escritas a EL VOCERO, que la desglobalización es resultado de la pandemia, cuando muchas economías a nivel mundial se enfrentaron a que eran altamente dependientes de la cadena de suministros de China, desde materiales relacionados con la salud hasta miles de productos de uso diario.
Sin embargo, insistió en que los efectos de la desglobalización pueden variar según factores políticos, la capacidad de adaptación de la economía y la respuesta de los mercados internacionales. Al tiempo que pudiera ser beneficioso para la Isla. “Puerto Rico puede experimentar ciertos beneficios derivados de la desglobalización en función de su situación geográfica, sus recursos naturales y su estructura económica. Aunque la globalización ha brindado ventajas en términos de acceso a mercados internacionales y flujos de inversión, la desglobalización también puede presentar oportunidades para el desarrollo local”, indicó Rodríguez.
Entre los efectos positivos que pudiera tener la globalización en Puerto Rico está la diversificación económica, el desarrollo agrícola, crecimiento turístico y un aumento en la manufactura local. “La desglobalización puede llevar a una reevaluación de las cadenas de suministro globales. Puerto Rico podría aprovechar esta oportunidad para atraer inversiones en sectores de manufactura, especialmente en áreas como la tecnología, la electrónica y la medicina. Esto podría impulsar la creación de empleo y el desarrollo de capacidades técnicas en la Isla”, subrayó Rodríguez.
No obstante, el economista Argeo Quiñones, expuso a este medio que uno de los efectos adversos que podría tener la desglobalización en Puerto Rico es si Estados Unidos opta por reducir su gasto social para destinarlo a la manufactura militar, lo que pondría en jaque a los beneficiarios de ayudas federales.
“Ahí es donde entramos nosotros como país altamente dependiente de los fondos federales y eso podría ser uno de los puntos principales de las consecuencias de lo que está pasando, porque se ha aumentado dramáticamente el presupuesto militar norteamericano”, advirtió Quiñones. A su vez, el economista enfatizó en que esta no es la primera ocasión que sucede algo similar en la economía global, remontándose a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando el intercambio comercial se segmentó.
“No sería la primera vez que vemos que ocurre este fenómeno de desglobalización, contrario a lo que hemos estado hablando en las últimas décadas. Ahora, lo que estamos viendo es un orden mundial que está siendo retado, especialmente la economía norteamericana”, acotó Quiñones.