Buenos días. Hoy compartimos nuestro análisis de los retos que la clase trabajadora y sus organizaciones deben asumir para este año, reconociendo que la agenda es continuidad de años anteriores. Inconclusa, difícil y retante, se nos muestra esta propuesta de lucha. No hay otro camino, sino el de la lucha con sus aciertos y errores.

Todos los lunes, estaremos a las dos de la tarde en el programa EN CONTEXTO por WPAB Radio. Comentaremos desde este espacio la noticia desde nuestra perspectiva política y sindical.
Esperamos que nos acompañen.
Luis Pedraza Leduc
Retos para el 2023 desde una mirada sindical
La clase obrera organizada en Puerto Rico enfrentará importantes retos en este año 2023. En el sector público, el gobierno implantará el anunciado Plan de Clasificación y Retribución en cual será pieza clave para imponer el concepto de “empleador único” donde se trata de establecer funciones, deberes y responsabilidades similares a empleados de agencias de gobierno, corporaciones públicas y municipios. Al puesto se le dará un salario base establecido y aprobado por la Junta de Control Fiscal según el presupuesto ya determinado por la Junta.

¿Dónde queda la negociación de salarios y condiciones de trabajo? ¿Qué funciones y pertinencia tendrá el sindicato cuando la Junta determina las condiciones de trabajo, el salario, elimina derechos, beneficios y congela convenios? ¿Qué impacto tiene en el sector privado el hecho de que el patrono más grande en Puerto Rico maneje las condiciones de trabajo fuera del marco constitucional de la negociación colectiva? ¿Qué dice la legislatura y la rama judicial sobre este trastoque del orden constitucional?
Es obvio que el movimiento obrero tiene que rescatar la capacidad de organizar y movilizar a la clase trabajadora en base a los verdaderos factores que le afectan. Para ello el liderato tienen que educarse y profundizar en su capacidad de análisis para proponer acciones correctas y viables. También la clase trabajadora tienen que elevar su nivel de conciencia mediante la formación y experiencias de luchas que obtengan logros. Sin ese fogueo militante y de lucha no hay avances.
Sostengo que el tema de la inflación es un detonante para la lucha. El costo de los alimentos, la gasolina, la energía, los peajes, la renta, entre otros servicios esenciales asfixia a la familia trabajadora. El salario se achica ante la inflación. El salario no da para lo esencial cuando por otro lado hay millones de dólares entrando y saliendo de la economía. Esa explicación de cómo se mueve el dinero a favor del capital, en el contexto colonial, debe ser entendido para poder ver opciones al sistema que nos explota y nos exprime sin darnos cuenta. Incluso, echamos la culpa a los propios trabajadores por los males del sistema capitalista. ¡Que la gente no quiere trabajar, que se van para fuera y allí tienen dos y tres trabajos, que se vive de los cupones, que hay trabajo para el que quiere! El capital y la colonia nos llevan a sentirnos culpables y aceptar las limitaciones como consecuencia de nuestras acciones. ¡Por ello pagamos la deuda, aceptamos la Junta y elegimos políticos corruptos! Así lo entienden muchos pero no es la verdad. ¿Cómo explicamos la realidad de la economía y la política colonial? Ese es el reto.
La aprobación del Plan de ajuste de la deuda de la AEE nos enfrentará a varios asuntos importantes entre ellos la existencia de LUMA, el costo de la factura, el futuro de las pensiones de miles de trabajadores de la AEE, la solidaridad con los trabajadores organizados en la UTIER y otros sindicatos, la privatización de la producción de la energía mediante la venta de las plantas y la creación de sistemas individuales de producción (placas solares, baterías y otros), entre otros. A todos nos impactará la deuda que por treinta años se nos va a imponer junto a las del IVU, la del gobierno central, Carreteras, acueductos y demás impuestos escondidos.
Este análisis nos llevará a asumir posiciones de cara a las elecciones del 2024. El asunto no es favorecer a uno u otro candidato o partido. El asunto debe ser que el movimiento sindical elabore un programa de reivindicaciones que los políticos lo asuman y lo levanten como parte de su plan de gobierno.
El plano internacional, entiéndase la guerra entre potencias capitalistas nos puede afectar radicalmente. Esperemos que no. Mientras en nuestro entorno, aprendamos a practicar la solidaridad, profundizar nuestros análisis, comprender el Caribe y a nuestros hermanos latinoamericanos para poder avanzar juntos. ¡Feliz Año 2023!
