La manipulación del mercado ocurre cuando los productores y operadores del mercado afectan artificialmente la oferta y/o la demanda, o el precio de una mercancía o de un valor (por ejemplo, haciendo que los precios de las acciones en la bolsa suban o bajen drásticamente).

Antonio-Bambino Maldonado-Boschetti
MANIPULACIÓN DEL MERCADO Y DE LOS CONSUMIDORES….
La manipulación del mercado ocurre cuando los productores y operadores del mercado afectan artificialmente la oferta y/o la demanda, o el precio de una mercancía o de un valor (por ejemplo, haciendo que los precios de las acciones en la bolsa suban o bajen drásticamente).
La manipulación por parte de los medios de comunicación consiste en una serie de técnicas relacionadas entre sí con las que miembros de un determinado grupo crean una imagen o una idea que favorece sus intereses particulares. Los especialistas en marketing y propaganda analizan el comportamiento del consumidor. Ejemplos de esto son el análisis de la frecuencia de compra, la urgencia con la que los consumidores buscan un producto o servicio, la forma en la que lo adquieren y hasta las experiencias que han tenido con la competencia.
Con el gran avance de las técnicas conocidas como neuroimagen, ya parece posible “ver” los pensamientos, las reacciones y las emociones de los consumidores. Y a las empresas les atrae utilizar esta posibilidad para aumentar sus ganancias.
El neuromarketing se basa en la aplicación de las técnicas de la neurociencia para analizar los procesos cerebrales y fisiológicos de los consumidores, especialmente los relacionados con sus decisiones de compra. Para ello, se emplean técnicas de neuroimagen como la electroencefalografía, la resonancia magnética, la magneto- encefalografía, junto con otras como la electromiografía, la medición de la conductancia eléctrica de la piel, el electrocardiograma, el seguimiento de movimientos oculares, etc., todo para estudiar cómo, cuándo y a cuál precio se puede vender un congelador a un esquimal.
El neuromarketing destaca la realidad evolutiva del humano: en los seres humanos coexisten estructuras cerebrales primitivas, de naturaleza emotiva e instintiva, que compartimos con los animales “más inferiores” – por eso a veces se le denomina como “cerebro reptil”- junto con un cerebro más propiamente humano, evolucionado y racional.
Esto no es nuevo. Desde el siglo pasado se ha superado el enfoque racionalista de la economía tradicional, para analizar los aspectos irracionales, que son esenciales para entender nuestro comportamiento como consumidores. También es verdad que, en muchas ocasiones, es ese cerebro “reptil”, -más emocional y primitivo – el que toma las decisiones de compra, y nuestra corteza cerebral, se limita a justificar racionalmente las decisiones tomadas.
La verdad es que sobre todo en la economía capitalista las ventas de productos son esencial a la acumulación de ganancias de los propietarios productores por lo que los consumidores son manipulados en cada momento:
Ejemplos de la manipulación del cerebro reptil son cuando el precio se usa como factor superficial para lograr el dominio del consumidor; cuando las promociones y sistemas de recompensa bombardean continuamente para controlar al consumidor; cuando se usa el miedo como razón de punta para que el consumidor compre más; cuando se crean aspiraciones de gusto y satisfacción artificiales para doblegar y controlar la voluntad de los consumidores; cuando se crea presión a la aceptación e inclusión como “prueba social” creando la herramienta de la presión de grupo…..