Seres humanos como Manuel Maldonado Denis y Eduardo Villanueva me recuerdan una frase de Martí: “Se ha de vivir y morir abrazado a la verdad”.

Pedro Zervigón
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Un día como hoy en años distintos nacieron dos queridos amigos que han dedicado sus vidas a luchar por la Independencia de Puerto Rico. Me honré con la amistad de Manolín Maldonado Denis e igualmente me enorgullece ser amigo de Eduardo Tuto Villanueva.
Quiso el destino que el brillante escritor y profesor universitario Manuel Maldonado Denis muriera inesperadamente el 2 de octubre de 1992 en Madrid adonde había viajado para dar una conferencia. Recuerdo lo acongojados que estábamos sus amigos en aquel acto de despedida frente a la torre de la Universidad de Puerto Rico, donde por muchos años enseñó Ciencias Políticas y Sociología. Recuerdo también su última actividad pública, el homenaje póstumo a Don Gilberto Concepción de Gracia en el Colegio de Abogados en 1992, en el que Manolín evocó sus experiencias como director de campaña de la candidatura a gobernador de Don Gilberto en las elecciones de 1964, que fue la ocasión en que lo conocí y me honré con su amistad.

Eduardo (Tuto) Villanueva presidió brillantemente el Colegio de Abogados y Abogadas y posteriormente encabezó el Comité de Derechos Humanos que luchó por la libertad de Oscar López Rivera en cuya actividad frente al Tribunal Federal me invitó a ser maestro de ceremonias. En un ensayo que tituló “La vida de Don Pedro Albizu Campos, una luz para la eternidad”, afirmó “El viaje de Albizu por Latinoamérica, luego de incorporarse al Partido Nacionalista demostró su desprendimiento en aras del ideal. Vendió muebles, oficina, todo, y envió a su familia a Perú para hacer el viaje. Viaja entre otros lugares a Cuba, Santo Domingo, Haití y Perú para dar a conocer la necesidad de que otros países apoyen la independencia de Puerto Rico. Sin embargo, Albizu no pretendía que otro países hicieran la independencia por nosotros. El sabía y predicaba que la iniciativa tenía que venir de nuestro pueblo, siendo un deber insoslayable de quien reclama la libertad luchar por ella”.
Seres humanos como Manuel Maldonado Denis y Eduardo Villanueva me recuerdan una frase de Martí: “Se ha de vivir y morir abrazado a la verdad”.