Skip to content

Mónica C. Lladó Ortega [nuestra entrevistada]

Spread the love

Mónica C. Lladó Ortega (Nueva York, Estados Unidos) es docente, investigadora y escritora. Realizó estudios de Maestría y Doctorado en Literatura Hispánica en la Universidad de Michigan, Ann Arbor, Estados Unidos. Es docente-investigadora adscrita al Departamento de Español de la Universidad de Puerto Rico en Carolina. Ha sido Coordinadora de la Agenda Cultural Multidisciplinaria de dicha entidad educativa. Sus áreas de interés investigativo incluyen la literatura queer y la literatura puertorriqueña contemporánea. Mónica ha contestado nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

WILKINS ROMÁN SAMOT El Post Antillano

Mónica C. Lladó Ortega (Nueva York, Estados Unidos) es docente, investigadora y
escritora. Realizó estudios de Maestría y Doctorado en Literatura Hispánica en la
Universidad de Michigan, Ann Arbor, Estados Unidos. Es docente-investigadora
adscrita al Departamento de Español de la Universidad de Puerto Rico en Carolina. Ha
sido Coordinadora de la Agenda Cultural Multidisciplinaria de dicha entidad educativa.
Sus áreas de interés investigativo incluyen la literatura queer y la literatura
puertorriqueña contemporánea. Mónica ha contestado nuestras preguntas. Todas sus
respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

1.1 Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Hace algún tiempo publicasteis Detox:
Venenos y remedios (2017). ¿De qué trata o tratas en este poemario y cómo recorres
entre la literatura y la realidad o no ficción? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

1.2 Mónica C. Lladó Ortega (MCLLO, en adelante) – Sí, Detox: Venenos y remedios
(2017) es mi primer poemario. En él se compilan poemas de diversas épocas que junté
bajo el título Detox…en inglés, que alude a la desintoxicación que buscaba, de un
modo u otro, plasmar en esos textos.

Fue en un momento de transición entre funciones administrativas y las vinculadas a la
cátedra en la universidad que decidí juntar estos poemas y publicarlos como un
ejercicio liberador para regresar a la literatura como lugar habitable, como espacio
imprescindiblemente humano. Sentía un gran contraste entre dedicarme a lo
administrativo y el regreso al salón de clases que tanto me apasiona. En ese momento,
me hacía falta ese regreso a mí misma y así lo concebí. Tuve el gran apoyo de amigas
poetas y mentoras que atesoro, Alexandra Pagán Vélez, Mayra Santos Febres, Mayda
Colón y Zayra Taranto.

Podría decir que los poemas que incluí son trozos de experiencias de diferentes
épocas que ya sea viví o sentí en mi entorno y que apalabré para simbólicamente
desintoxicarme del veneno o sufrimiento que en su momento provocaron. Hay también
escritos que buscan ser remedios que sanan el dolor desde la palabra escrita, pues
para mí la poesía es una expresión profundamente transformadora, tanto para quienes
escriben como para quienes la escuchan o leen. Desde su raíz la poesía engendra un
fruto nuevo que fusiona la realidad con la ficción, las vivencias con lo que la mente
procesa de ellas. Esto crea otra sustancia pegajosa que no podemos liberar sino en la
tinta y la voz.

Escribo desde muy joven. Los cuadernos fueron refugios para mi voz. Nací y fui criada
hasta los 10 años en Estados Unidos en un pueblo pequeño en “Upstate New York”. En
los setenta éramos de los pocos hispanos que vivíamos allí. Siempre me sentí fuera de
lugar. Era muy tímida, creo que la timidez venía de un sentido de desarraigo que me
llevaba al silencio ante los demás. Por eso, al principio cuando de pequeña comencé a
ir a la escuela estuve en silencio por casi un año. La maestra llamaba mi nombre y yo
no encontraba el valor de decir: “here” (“presente”). Una amiga, Amanda, fue mi voz por
muchos meses. Le decía al oído las cosas, ella las repetía a la maestra. Hasta que por
fin tuve el valor de decirlo yo y comencé a expresarme por mí misma, poco a poco.
También vivía entre dos lenguas: el español en casa y el inglés en la escuela.
Luego, al mudarnos a Puerto Rico a los diez años, eventualmente, me enamoré de mi
lengua materna, la primera que escuché en mi casa, la que por más que intenté huirle
me abrazó con todo y mis imperfecciones. Al principio, mi acento al hablarla provocaba
que me dijeran nuyorican (como si fuera un insulto) o me cuestionaran mi
puertorriqueñidad. Fue en la escuela superior, que finalmente me sentí acoplada a
Puerto Rico y comencé a atesorar el español, sobre todo desde la literatura. Pero
jamás

2.1 WRS –¿Qué relación tiene Detox: Venenos y remedios con vuestro trabajo creativo
anterior y hoy?

2.2 MCLLO – Pues, como expliqué, realmente el libro es mi primer poemario y contiene
escritos de diferentes épocas así que contiene mucho de mí, celebra mis amores y
elogia a las mujeres increíbles que han tocado mi vida en instancias de amor,
hermandad y maternidad. También hay algo de búsqueda y de soltar dolores añejos de
relaciones fallidas…
Ahora tengo un poemario inédito que me gustaría publicar pronto, nació de par de
talleres de escritura creativa que tomé antes y durante la pandemia con Mayra Santos
Febres y son escritos que reflejan aspectos de mi búsqueda espiritual y también
celebra la mujer. En fin, resalto el tesoro de estar viva y lo plural e interconectado del
vivir. Ante momentos de grandes pérdidas en la pandemia también reflexioné en
algunos escritos sobre mis propias pérdidas, las cuales me llevaron a dar valor a cada
respiro, a cada día que seguimos aquí encarnados, sintiendo alegrías y quebrantos,
maldad e injusticia, amor y solidaridad…en fin, los venenos y remedios…

3.1 WRS – Si compara su crecimiento y madurez como persona, docente-investigadora
y escritora, ¿qué diferencias observa en su trabajo creativo o no inicial con el de hoy?

3.2 MCLLO – El crecimiento y la madurez son procesos interminables como el
aprendizaje mismo. Lo que marca todo es el cambio inevitable del ser vivo. Cada día
me esfuerzo por manifestar lo mejor de mí como persona y lo cierto es que no siempre
lo logro. Puedo ser intensa y tiendo a ser medio hermitaña. La pandemia me ha
marcada de una manera que no puedo apalabrar del todo. Solo sé que me permití
deternerme en muchas cosas, tal vez demasiado. Sentí cierta desconexión con ciertos
aspectos que distinguen la docencia de la investigación y de la escritura…pero, siento
que ya estoy nuevamente en el punto de la interconexión. Pensar que todo es
separado es la ficción. Es decir, en todos estos aspectos de mi vida llevo los otros. No
sé si me explico, pero, para mí ser educadora no se separa de la escritora o
investigadora en mí, que en lo profundo realmente es la lectora; la que lee el mundo no
solo desde vivencias propias sino desde las palabras de otras personas que escriben.
Por eso, regresar a la literatura es regresar a la escritura, a la docencia y, en menor
grado, a la investigación, pues me costó reactivarla en estos tiempos. La literatura
queer siempre ha sido un enfoque de investigación para mí y también la literatura que
explora la convergencia de otras artes—pintura y música— lo que llamo sinestesias
literarias, pues estas otras expresiones artísticas abren el texto a otros matices de
expresión creativa. Llevo mucho tiempo postergándolo, tal vez porque esa lucha por
compartir mi voz sigue en mi interior.

4.1 WRS – Mónica, ¿cómo visualiza su trabajo creativo con el de su núcleo
generacional de escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y
fuera?

4.2 MCLLO – Confieso que a mí todavía me cuesta verme a mí misma como escritora,
por eso en ocasiones he resistido incluso invitaciones a encuentros poéticos o
conversatorios. Por lo mismo, no siento participar de un “núcleo generacional” …pues
nunca siento pertenecer del todo a nada. He llegado a la conclusión que el desarraigo
es mi espacio seguro. No lo planteo, necesariamente, como una virtud, tal vez sea mi
mayor defecto. Puedo decir, sin embargo, que me siento muy afortunada de vivir en
estos tiempos, por más difíciles que sean, y poder leer y escuchar las voces de
escritoras contemporáneas, que me conmueven y que nutren mi propio proceso
creativo. Algunas de estas maravillosas voces de estos tiemps que disfruto son las de
Mayda Colón, Mayra Santos Febres, Alexandra Pagán Vélez, Nicole Delgado, Yolanda
Arroyo Pizarro, Carmen R. Marín, Ana María Fuster, Cindy Jiménez, Xavier Valcárcel,
Raquel Salas, Ángel Antonio Ruiz, Daniel Torres, Luis Negrón, Max Chárriez, Sergio
Gutiérrez Negrón, Manuel Martínez Maldonado, Eduardo Lalo, entre muchas, muchas
otras también de otras orillas.

5.1 WRS – ¿Cómo concibes la recepción a su trabajo creativo dentro y fuera de Puerto
Rico, y la de sus pares, bien sean escritores de relatos u otro género?

5.2 MCLLO – Sinceramente, no sé qué decir. Tuve la fortuna de que personas que
admiro y quiero como Alexandra Pagán Vélez y Daniel Torres, escribieran reseñas del
poemario. He recibido palabras de elogios de amistades y familiares. Pero supongo
que las personas queridas siempre elogiarán. Espero poder compartir el próximo
poemario este año y que me puedan leer y conectar con la búsqueda que lo marca. En
cuanto a mis pares, puedo decir que los admiro y que celebro todos sus triunfos en y
fuera de Puerto Rico. Nada me da más alegría que reconozcan a nuestrxs escritoras de
ambas orillas.

6.1 WRS – Sé que vos es de Puerto Rico. ¿Se considera una autora puertorriqueña o
no? O, más bien, una autora de literatura, sea esta puertorriqueña o no. ¿Por qué?
José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?

6.2 MCLLO – Desde mi niñez me identifiqué con Puerto Rico como lugar de origen, aun
habiendo nacido en Nueva York. Me identifico como mujer puertorriqueña
afrodescendiente pero también me considero una ciudadana del mundo. Los
nacionalismos tienen su doble filo, por eso busco no olvidar mi humanidad dentro de la
variedad de vidas interconectas en este planeta azul. Sé que es idealismo a lo John
Lennon, pero prefiero la esperanza de lo que nos conecta más que lo que nos separa.
No puedo negar que fue el budismo de Nichiren con la SGI lo que me llevó a
entenderme desde la amplitud de la exploración ontológica de la experiencia humana,
más allá de fronteras identitarias nacionales, étnicas o de género. Sin embargo,
entiendo la importancia de estas diferencias, siempre he sentido ser diferente. Pienso
que es imprescindible reconocer las diferencias y celebrarlas desde el aspecto de la
justicia social y la visibilidad. A la vez, sé que como ser social reconocerme en el fluir
de los discursos identitarios en los que participo es necesario e inevitable. Por eso
también escribo desde la diversidad que siento encarnar como mujer cis bisexual y
desde la cual no puedo evitar denunciar inequidades.

7.1 WRS – Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?

7.2 MCLLO – Bueno, además del libro de crítica y el poemario que espero publicar
pronto, tengo pensado desarrollar proyectos que exploren la literatura queer
próximamente. Hace unos años, en la universidad llevé un proyecto cultural que llamé
Sinestesias y también colaboré con Max Chárriez en el desarrollo del Congreso de
Literatura Queer (CLIQ), que tuvo su primera edición en mi recinto de la UPR en
Carolina. Quiero regresar a proyectos como estos. Espero poder hacerlo pronto.
Muchísimas gracias por la oportunidad de contestar sus preguntas y reflexionar sobre
mi trabajo creativo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *