(El terrorismo Israelí vuelve a atacar a la población civil palestina)
Todos los días se vulneran los derechos del pueblo Palestino. A toda hora el terrorismo Israelí hostiga y violenta a civiles palestinos en las regiones ocupadas. Hace unos días fusilamientos, ayer violencia a las infancias, hoy bombardeos, a cada hora demonización y el plan de exterminio ejecutado entre el Estado de Israel y los EEUU para que Palestina sea borrada del mapa en todos los sentidos posibles y en el concepto más amplio de su palabra. Tal es así que estas imágenes no circulan en los medios para que las bombas no se escuchen ni se sientan, para que los asesinados y mutilados sean invisibles, para que los menores detenidos, abusados, y violentados pasen a llamarse “terroristas”, para que el terror se proyecte enfrente, y cuando un palestino salga con una gomera a enfrentar a un ejército de elite esa gomera se convierta en un arma de destrucción masiva. Así funciona. Año tras año, hora tras hora, desde hace décadas Israel va logrando el cometido de someter, hostigar, y exterminar a Palestina. Lo llaman “conflicto” pero es un genocidio. Los fusilados son “daños colaterales”, las viviendas destruídas son “focos terroristas”, los bombardeos a hospitales y escuelas son “necesarios”, y el ejército de Israel avanza paso a paso para continuar ocupando la región, para que Palestina sienta el terror en las calles, y para mostrarle al mundo de qué manera se convierte a una víctima en un monstruo.
No miremos para otro lado, no hagamos oídos sordos. Israel ejecuta un genocidio, y Palestina resiste por su libertad. Basta de bombas y sangre en las calles. Basta de imperialismo asesino con perfume de rosas.