El trío de entrenadores del Equipo Nacional conversó con El Nuevo Día sobre el éxito de cada uno en el BSN en la última década y el reto de trabajar con el combinado en el certamen mundialista

viernes, 25 de agosto de 2023 – 11:40 p.m.
Por Jorge Figueroa Loza El Nuevo Día
Manila, Filipinas – Es muy temprano para que el dirigente Carlos González esté pensando desde ya cuáles serán los planes que tendrán sus homólogos Nelson Colón y Rafael “Pachy” Cruz para destronarlo en la temporada 2024 del Baloncesto Superior Nacional (BSN).
Tras quedar campeón con los Gigantes de Carolina sobre los Vaqueros de Bayamón de Colón en la final del torneo local, González quiere disfrutar su logro antes de pensar en la próxima campaña.
En la ruta al primer título en la historia de los Gigantes, González también sacó del camino a los Piratas de Quebradillas de Cruz en los cuartos de final.
Y un mes después, González se encuentra trabajando en conjunto con Colón y Cruz en el Equipo Nacional en la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2023. Colón es el técnico ,y Cruz y él sus asistentes.
“Cógelo con calma. Defender ahora no. Yo lo acabo de ganar. El año que viene lo defiendo. Déjame disfrutarlo. No he llegado allá”, suelta riendo González con Colón, a su derecha, y Cruz, a su izquierda, en el vestíbulo de un lujoso hotel en la capital filipina previo al certamen.
Hay un dato interesante. Los tres entrenadores puertorriqueños se han dividido los cetros del BSN en las últimas 10 temporadas. Una década de éxito que tiene a Colón con cuatro anillos; y a González y Cruz con tres, cada uno.
Colón ganó de forma consecutiva en 2014 y 2015 con los Leones de Ponce. Luego de una carrera de 20 años como armador en el BSN, Cruz sumó su primero en su año de estreno en 2016 con los Capitanes de Arecibo. Luego, González llegó a la cima en 2017 con los Piratas de Quebradillas, al igual que en 2019 con los Santeros de Aguada y este año con los Gigantes.
Cruz volvió a ganar en 2018 y 2021 con los Capitanes, y Colón se apuntó dos más con Bayamón en 2020 y 2022.
Fueron metas que tomaron tiempo en concretarse. Colón y González no fueron jugadores del BSN, como Cruz, y entraron al BSN como asistentes. Colón tuvo taller en San Germán con Ray Amalbert y Flor Meléndez. González, por su parte, tuvo como maestros en Quebradillas a Omar González, Manolo Cintrón, Rolando Hourruitiner, Leonel Arill (su actual asistente en Carolina) y Carlos Calcaño antes de tomar la pizarra en sus manos.
Cruz tomó notas de estrategas ganadores como el fenecido Carlos Mario Rivera y David Rosario en Arecibo.
Convertirse en los tres entrenadores más exitosos en las últimas 10 campañas en el BSN tuvo una mayor recompensa para ellos que alzar trofeos y festejar en caravanas. A finales de 2021, fueron nombrados como parte del nuevo cuerpo técnico del Equipo Nacional, con Colón como entrenador principal, y Cruz y González como asistentes. Colón entró para reemplazar a Eddie Casiano.
Contemporáneos en edades (Cruz con 44 años, Colón 40 y González 39) y así hablar el mismo idioma hizo más fácil el proceso de crear química entre ellos en el staff.
Y en su primer gran reto, lograron clasificar al combinado adulto a la Copa del Mundo, tras un largo sistema de ventanas clasificatorias, con un programa que atraviesa por un cambio generacional, luego de las salidas de figuras como José Juan Barea, David Huertas, Gary Browne, Renaldo Balkman, Alex Franklin y Jorge Bryan Díaz, entre otros.

Sobre la “tradición” que han formado en el BSN repartiéndose los últimos 10 campeonatos y las expectativas del combinado a horas de debutar en el Mundial, El Nuevo Día tuvo un aparte con los tres entrenadores.
El Nuevo Día: Carlos, cuando comenzó la gira de fogueos, ¿fue incómodo viajar con Nelson y Pachy luego de lo que pasó en la postemporada?
Carlos: No, para nada. Es el trabajo que tenemos. Es nuestra responsabilidad tratar de hacer lo mejor posible. Uno de los dos tiene que ganar. En esta ocasión, me tocó a mí. Pero eso se quedó allá. Es parte del oficio. No es personal. A ambos los respeto y aprecio mucho. Nos quitamos aquella camisa y nos ponemos la del mismo bando. Uno de los tres tenía que ganar y, gracias a Dios, me tocó a mí este año (ríe). La vida da vueltas. Hace dos años le tocó a Pachy. El anterior a Nelson. Nada personal.
Nelson: Nosotros competimos como todo equipo que quiere ganar. Competimos duro. Esta oportunidad nos ha hecho familia a los tres. Me alegro que le vaya bien a Carlos, a Pachy. Nos llamamos durante la temporada, nos texteamos y nos apoyamos.
END: En las últimas 10 temporadas, ustedes se han combinado para ganar todos los campeonatos del BSN. ¿Qué les parece tomar ese batón de dirigentes de renombre del pasado y comenzar a escribir sus respectivas historias como los mejores de su época?
Nelson: Creo que es algo bien significativo y especial. Por lo menos para Carlos y para mí. Pachy tuvo una carrera como jugador. Carlos y yo venimos de otro ámbito. No fuimos jugadores ni estrellas. Un poco más difícil para nosotros. Pero, el trabajo ha hablado por sí solo, la disciplina. Lo que los tres hemos podido lograr es espectacular. Lo hablamos en los viajes, en las guaguas. El año que ganó Pachy, el año que ganó Carlos. Cuando tú me eliminaste y yo te eliminé. Una dinámica bien positiva.
Pachy: En mi caso, uno trata de bajar la cabeza y trabajar lo más duro posible. Creo que a los tres nos apasiona mucho lo que hacemos. Creo que es parte de la clave en cualquier trabajo. Somos bendecidos por hacerlo. Hemos estado al mando también de equipos que son poderosos como tal. Pero sí, es un orgullo competir contra estos dos excelentes caballeros. Ahora, es cuestión de poner nuestro granito de arena con estos 12 muchachos y hacer cosas especiales. Es un orgullo. Uno lo sueña y lo piensa, y ahora lo vive. No hay palabras para describirlo.

Carlos: Es difícil como dijo Nelson al uno no ser un exjugador. La primera oportunidad es la más difícil. Uno tampoco sabe mucho. Llega ahí como “pasabolas” como quien dice. A escalar y trabajar duro. Gracias a esos mentores estoy hoy aquí.
Pachy: No tuve la experiencia que tienen estos caballeros, de dirigir muchísimo. El pertenecer a la liga tanto tiempo te da otra perspectiva. Una escuela no es mejor que la otra. Es como tú, personalmente, absorbes de todos esos entrenadores. En mi caso, siempre supe que al final de mi carrera que era algo que quería hacer. El BSN es nuestra escuela y es bonito estar ahí a este nivel.
END: ¿Era algo que aspiraban, encontrarse entre los mejores dirigentes de la liga en las últimas 10 temporadas?
Nelson: Creo que en algún momento uno entra y tiene mucha hambre, quiere ser el mejor, piensa en hacer historia. Después, uno va creciendo en el negocio y ve lo difícil que son las cosas, lo duro que es. Se encarrila un poco más en tratar de hacer lo mejor que uno pueda. No buscar aprobación. La aprobación no nos la vamos a dar nosotros mismos. La va a dar el fanático, los periodistas, y la gente del baloncesto por lo que hemos hecho y no por lo que queremos hacer. Lo veo de esa manera.
Carlos: Cuando uno comienza se tiene que probar. La única de manera de hacerlo es ganando. Si no, dicen “lo hizo bien, pero no ganó”. Llega el punto que uno lo que quiere es llevar la comida a la casa. Obvio, uno hace lo mejor posible. Pero, no por demostrar y querer uno más que Pachy que tiene tres (títulos) y uno más que Nelson que tiene cuatro. Por lo menos, no me pongo eso en mente. Lo que quiero es seguir trabajando. Me imagino, quien no ha ganado, busca ese primer campeonato. No nos molesta (ríe) cuando llega. Si no se da -porque aquí uno pierde más de lo que se gana- es tratar de hacer lo mejor posible. No depende de nosotros. Es un grupo de trabajo. Los jugadores son parte importante. Sin talento, uno no puede hacer magia. Es una combinación. Los tres hemos estado al frente de buenos grupos y buenas franquicias. Eso ha sido el 30 por ciento de la carrera.

END: Este éxito que han tenido en el BSN los llevó a ser contratados para tomar las riendas del Equipo Nacional. Un año y medio después, ¿cómo ven el trabajo que han hecho en la Selección?
Nelson: Creo que hemos crecido juntos. Hemos encontrado la mejor manera de trabajar. Cada cual tiene su espacio. Esto no es lo que Nelson dice. Punto y se acabó. Para nada. Respeto mucho la inteligencia y el baloncesto que tiene cada uno de ellos. Cada cual ha encontrado su lugar en el grupo, en las prácticas, en los juegos. Creo que más orgánico y natural. No forzar. Entienden el juego. Nos hemos podido entender. Nos conocemos. Pachy sabe por dónde tiene que ir con los jugadores con el scouting, los vídeos. Nos entrelazamos ya bien. Como te dije, hemos crecido juntos y lo que hemos creado trabajando duro, lo hemos hecho bien. Por los menos, yo estoy bien contento y orgulloso.
Pachy: Es un honor estar aquí y poder aportar el grano de arena en todo lo que uno pueda. Es cuestión de estar en la misma página, discutir las cosas que queremos hacer y cómo vemos el grupo. Nelson siempre está abierto a escuchar sugerencias. Siempre las presentamos con mucho respeto. Ese apoyo es importante. Ha sido muy bueno en poder llevarnos bien y llevar el mensaje lo mejor posible. Obviamente, es un crecimiento en todo lo que estamos viviendo. En mi caso, ver el sistema de ventanas, lo competitivo que es. Lo difícil que fue llegar hasta acá. Ahora con toda esta preparación que pasamos en el Mundial, todo ha sido un aprendizaje de cosas de cómo se juega el baloncesto en este lado del mundo. Cosas que quisiéramos incorporar. Siempre lo hablamos.

END: Y darles esa perspectiva como armador que fuiste por 20 años.
Pachy: Hay veces que trato de ver las cosas de la manera en que yo lo veía de cuando jugué. Ya ellos tienen mucha experiencia y saben muchas cosas. El conocimiento que yo tuve quizás ello ya lo tienen por la experiencia de estar bregando con tantas personalidades. Son escuelas distintas, pero estamos hablando de baloncesto. Compartimos muchas filosofías y, por eso, ha sido más llevadero.
Tantos meses juntos, ¿ya pueden describirse uno al otro? Las personalidades.
Nelson: Son bien humildes los dos. Profesionales. Estudiosos del juego. Son buenas personas. Eso ha hecho el trabajo bien fácil. Mucha gente nos juzga porque uno es serio, porque otro se ríe y otro no. Pero, cuando conoces al ser humano fuera del entrenador, son tremendos. Pachy es un hombre de familia, superenfocado en eso. Carlos es quien más tiene tiempo para ver otras cosas. En la manera que se entrega es una biblioteca ambulante. Cuando te digo brutal, es de cosas de cuando no había nacido, con un conocimiento que uno mira y dice “wow”. He aprendido mucho de los dos.
Pachy: Nelson es un excelente estratega. Siempre pensando en detalles del juego. Siempre viendo lo que sucede con el contrincante, cómo lo hace. Siempre está pensando en cosas para mejorar el grupo. Definitivamente la palabra para mí es un excelente estratega.
END: Más que intentar ganar esta competencia, de conseguir un boleto olímpico, o de posicionarse en la mejor manera posible, ¿qué quieren llevarse de este primer Mundial para ustedes?
Carlos: En lo colectivo es pasar a la segunda ronda. Es el primer escalón. Otras de las metas es seguir avanzando y llegar lo más lejos posible. Si tenemos la oportunidad de clasificar en este mismo torneo a las Olimpiadas, sin 20 años en pisarlas, eso sería (matar) dos pájaros de un tiro… sería perfecto. En lo personal, aprender. Esto es una universidad, una escuela. Cómo se prepara Lituania, Serbia, los chinos, los africanos, etc. Ver la manera de cómo trabajan y juegan. Llevamos 20 años buscando la manera de saber cómo debemos jugar. Todo el mundo tiene su opinión. Aquel dice que tenemos que jugar europeo. El otro dice que americano. El otro dice chino, asiático. Podemos ver las diferencias aquí y ver las cosas que podemos adoptar. Cuando se acabe esto, nos sentaremos a dialogar cosas que vimos, cosas que podemos implementar y cosas que tenemos que seguir mejorando. Esto no es solo para nosotros. Tenemos que buscar la manera de llevar lo aprendido aquí a los compañeros en Puerto Rico. Este no es un puesto vitalicio. Esto tiene fecha de expiración. Lo hemos hablado. Si nos llevamos el aprendizaje de aquí y no lo compartimos, se perdió el crecimiento. Esto no es para nosotros. Hay que pasarlo. Tenemos que buscar manera de transmitirlo. Nuestro taller principal es el BSN. Allí es donde podemos impactar, hoy día, a tres equipos. Si podemos pasar esta experiencia a otros entrenadores e impactar el BSN, sería lo mejor que nos puede pasar. Es lo mejor que podemos lograr en el aspecto personal.
END: Y en el 2024, ¿quién ganará entre ustedes?
Carlos: No puede seguir pasando. Que no se ponga aburrido (ríe). Es especial que seamos los últimos tres dirigentes en los últimos 10 años (ganando campeonatos). Es una bendición para los tres. Estar aquí también. Dios quiera que sigamos teniendo éxito los tres y si podemos ganar los tres a la vez, mejor. Al final, que podamos seguir llevando comida a nuestras casas.