Alberto Ortiz─ Zapatero, sobre la ley de amnistía: “Es valiente, es inteligente y lo vamos a comprobar con el tiempo”Directo ─ Última hora sobre la investidura de Pedro Sánchez
Las bases de Podemos apoyan la investidura de Sánchez con un 86% de los votos

Alberto Ortiz─ El Diario
Las bases de Podemos han apoyado este miércoles que los cinco diputados del partido voten a favor de la investidura de Pedro Sánchez, que comienza este miércoles al mediodía. Un 86,1% ha votado a favor de la pregunta planteada por la dirección, 47.675 personas de un total de más de 55.000 inscritos. Un 13,7% ha votado que no, 7.586 personas, y 111 se han abstenido.Podemos aprueba un cambio de estrategia para distanciarse de Sumar
El partido lanzó una consulta a la militancia que arrancó el pasado sábado por la mañana y que se ha extendido hasta las 22.00 horas del miércoles. “¿Deben los diputados/as de Podemos apoyar la investidura de Pedro Sánchez?”, era la pregunta formulada por la dirección, que 55.372 inscritos han respondido durante los últimos días.
La participación ha sido superior a la de la consulta para la modificación de la hoja de ruta del partido, hace unas semanas, y también a la de la votación que el partido realizó en medio de las negociaciones para la coalición electoral con Sumar, cuando concurrieron 52.000 militantes.
La secretaria general del partido y ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, anunció la apertura de la votación en una declaración en la que pidió que el voto fuese afirmativo, pero en la que mostró su descontento con la negativa del Partido Socialista a aceptar las propuestas de su partido de cara a esa investidura.
“Nuestro voto tiene que ser sí para respetar el mandato de la ciudadanía progresista”, dijo.“El PSOE se equivoca renunciando al motor Podemos”, añadió Belarra. “No os oculto que estoy enormemente preocupada por el rumbo en el que el PSOE arranca la legislatura. Está siendo enormemente irresponsable renunciando a construir sin Podemos el bloque democrático. La gente les votó para hacer algo más que amnistías”, había insistido.
Aunque Sumar y el PSOE alcanzaron hace unas semanas un acuerdo para un nuevo gobierno de coalición, Podemos había avanzado que sus votos no estaban garantizados. El partido de Ione Belarra acaba de aprobar una nueva hoja de ruta con la que buscan desmarcarse de la plataforma de Yolanda Díaz, a pesar de que forman parte de esa coalición electoral.
Con la decisión de las bases de Podemos, Pedro Sánchez se asegura 179 votos para ser investido presidente este mismo jueves, una holgada mayoría absoluta que logrará tras alcanzar pactos con Sumar, Esquerra Republicana, Junts, EH Bildu, el PNV, el BNG y también Coalición Canaria.
El Supremo rechaza la petición de Vox de suspender de forma urgente la investidura de Pedro Sánchez

El Tribunal Supremo ha rechazado la petición de medidas urgentes con las que Vox pretendía paralizar la investidura de Pedro Sánchez como Presidente del Gobierno cuyo debate empieza dentro de unas horas. Los jueces de lo penal han desestimado las cautelarísimas con las que el partido de extrema derecha de Santiago Abascal encabezaba su querella contra el líder del PSOE por cohecho, y abre el trámite para que Vox especifique sus actuaciones y el magistrado Eduardo de Porres decida si admite o no a trámite la querella.Los guardias civiles que prometieron “derramar” su sangre son expedientados y se arriesgan a la expulsión
Los magistrados desestiman la petición de medidas urgentes “al no existir elementos que justifiquen la procedencia de suspensión del acto parlamentario dirigido a la investidura del presidente del Gobierno”. El partido de extrema derecha tiene ahora cinco días para aportar documentación “donde conste contra quien va dirigida la querella y el delito” antes de que el instructor decida si su pleito se admite o no a trámite.
El partido de extrema derecha ha anunciado diversas actuaciones judiciales penales y contenciosas contra la amnistía y la investidura de Sánchez. Anuncios que culminaron con la interposición de una querella de 97 páginas por parte de Santiago Abascal en la que Vox acusa a Pedro Sánchez de un delito de cohecho, solicitaba la imputación de PSOE y Junts y pedía que el Supremo suspendiera de forma “inmediata” la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno.
La querella de Vox define varias veces como “golpe de Estado” la ley de amnistía registrada por el PSOE y el hecho de que Sánchez haya planificado ser investido con los votos de los partidos independentistas catalanes. Las circunstancias, justificaba Vox en su escrito, “apremian la urgencia para poder evitar este golpe de estado que se realizará, si se cumplen las expectativas de los querellados, desde la Tribuna del Congreso”.
La ley de amnistía fue registrada por el grupo parlamentario socialista en el Congreso el pasado lunes. Una norma que incluye reconocimientos explícitos a la Constitución y al “ordenamiento jurídico” y que supondrá el fin de causas judiciales relacionadas con el procés independentista. Entre los beneficiados hay políticos como Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, pero también policías y guardias civiles imputados por las cargas del 1 de octubre de 2017 en varios puntos de Catalunya.
El pleno para el debate de investidura de Pedro Sánchez arranca este miércoles en la cámara baja y las votaciones están previstas para el jueves.
El PP retuerce la Constitución para intentar retrasar la aprobación de la ley de amnistía

El Partido Popular ha usado el rodillo parlamentario de su mayoría absoluta para aprobar casi en soledad una reforma del Reglamento del Senado para retrasar la aprobación de la ley de amnistía. La modificación, ejecutada de forma exprés y con el rechazo de todos los grupos excepto los senadores de Vox y UPN, apenas conseguirá posponer la ratificación definitiva de la norma con la que el Gobierno quiere zanjar una década de conflicto político en Catalunya. Pero, para ello, el partido de Alberto Núñez Feijóo ha retorcido la Constitución y ha dotado a la Cámara Alta de competencias que juristas consultados por elDiario.es consideran excesivas.El PP sube el tono contra Sánchez y escala a Europa el conflicto por la amnistía
La reforma aprobada modifica la prerrogativa constitucional del Congreso de declarar urgente el trámite de una ley y reducir así los plazos y trámites necesarios para aprobarla. Es algo que, hasta ahora, el Senado no podía decidir. Si la Mesa del Congreso había decretado que una ley se tramitara de forma exprés, el Senado disponía de veinte días naturales para vetarla o enmendarla. Ahora, el objetivo de esa modificación es que en las proposiciones de ley sea la Mesa del Senado la que decida si se tramitan por el procedimiento de urgencia. Con este cambio ad hoc, los conservadores logran tener las manos libres para estirar hasta los dos meses el plazo para tramitar la ley de amnistía, lo que les permite dilatar su aprobación.
En la exposición de motivos de la reforma, el PP alude al artículo 90 de la Constitución. Es el que regula la tramitación por el Senado de los proyectos de ley ordinaria u orgánica aprobados por el Congreso. En su apartado 3, este artículo establece, de forma textual, que “el plazo de dos meses de que el Senado dispone para vetar o enmendar el proyecto se reducirá al de veinte días naturales en los proyectos declarados urgentes por el Gobierno o por el Congreso de los Diputados”. En el caso de la norma sobre la despenalización del procés, el Congreso acordó esa tramitación urgente.
Según los conservadores, el citado artículo se refiere a los proyectos de ley [que promueve el Gobierno], no a las proposiciones de ley [que proponen los grupos parlamentarios], que es la vía que el PSOE ha utilizado para tramitar la ley de amnistía. El PP entiende que es una “literalidad” que “no es casual” sino fruto de la voluntad de los constituyentes. Y aluden, para ello, al informe de la ponencia constitucional del 5 de enero de 1978. Afirman que en el primer apartado del artículo se empleaba la expresión “proyecto o proposición de ley”, aunque ésta fue después sustituida por la que finalmente se aprobó: “proyecto de ley ordinaria u orgánica”.
Es una interpretación que genera dudas a los juristas consultados por elDiario.es, que entienden que esta reforma del Reglamento puede entrar en conflicto con la Constitución. Rosario García Mahamut, catedrática de Derecho Constitucional de la Universitat Jaume I, considera de “dudosa constitucionalidad” la “lectura estricta” del artículo 90 de la Constitución que hace el PP. A su juicio, incurre en “cierta artificiosidad” la diferenciación que hace el texto entre proyectos y proposiciones de ley.
García Mahamut se basa, para ello, en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, precisamente el órgano que tendrá la última palabra tras el recurso anunciado por el PSOE. En una sentencia de 2002 relativa a la reserva natural las Salinas de Ibiza [consultar aquí], el órgano de garantías estableció claramente que el artículo 90 de la Constitución es “aplicable no sólo a los proyectos de ley, sino también a las proposiciones de ley”. Y explicó que “aunque la Comisión Mixta suprimió la referencia a éstas en la redacción definitiva que dio al texto, la evidente semejanza de ambas figuras pone de relieve la identidad de razón para su régimen jurídico”. Es decir, que ambos tipos de iniciativas están sometidos a las mismas reglas en su tramitación en el Senado.
Los conservadores sitúan la reforma “en el marco del principio de autonomía reglamentaria de las Cámaras” reconocido en la Constitución. Pero es una interpretación que tampoco convence a los juristas. “El Reglamento del Senado es una norma con rango de ley y está subordinado a la Constitución y a la interpretación que de ella hace el Tribunal Constitucional. Excede de la autonomía parlamentaria una reforma reglamentaria para dar un trato diferenciado a la tramitación de los proyectos y las proposiciones de ley”, explica Carlos Fernández Esquer, profesor de Derecho Constitucional en la UNED y colaborador de la Fundación Hay Derecho, que cree que con la jurisprudencia existente el debate está “resuelto”.
Juan María Bilbao, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid, considera, por su parte, que esa sentencia “es un argumento muy potente” frente a la interpretación de la “literalidad del texto” hecha por el PP en el Senado. Este jurista afirma que se trata de “un caso de libro de filibusterismo”. No obstante, cree que “haciendo una abstracción de las circunstancias y de la coyuntura” la medida “no sería mala”, en la medida que otorgaría un “mayor protagonismo y tiempo” al Senado. “Es muy discutible que se tramite todo a la carrera”, sostiene.
Fernández Esquer, por otro lado, afirma que al margen de la polémica jurídico-constitucional, los Reglamentos de las Cámaras son “normas básicas” de la democracia. A su juicio, aunque baste la mayoría absoluta para su reforma, por “higiene democrática” deberían aprobarse con el consenso de los principales partidos, para conciliar así el acuerdo de las mayorías y minorías parlamentarias.
Un Senado al servicio del PP
Pese a desgañitarse durante semanas para protestar contra la reforma exprés del Reglamento del Congreso aprobada en agosto para permitir el uso de las lenguas oficiales distintas al castellano, los de Feijóo ejecutaron este martes un cambio similar en la Cámara Alta. La modificación del Congreso fue tildada de antidemocrática por no haber contado con ellos para la revisión. Pero ahora el mismo PP usó su rodillo en el Senado para cambiar su normativa de forma exprés y unilateral para ralentizar la aprobación de la ley de amnistía y, de paso, introducir por primera vez las comparecencias del presidente y de los ministros ante la Cámara Alta.
El PP acusó a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de situarse “al margen de la ley” cuando en agosto se tramitó la reforma del Reglamento de la Cámara. “No compartimos que se haga por lectura única ni de urgencia”, dijo la secretaria general, Cuca Gamarra. “Afecta a la seguridad jurídica y los derechos de los parlamentarios”, apuntó, para concluir que se trató de “un paso más en la degradación institucional”. Tres meses después, es el PP el que recurrió a su mayoría absoluta en el Senado y al trámite exprés para modificar el Reglamento de la Cámara.
La estrategia de Feijóo pasa por exprimir al máximo su mayoría absoluta en el Senado para intentar desbaratar al inminente Gobierno de Pedro Sánchez, que tendrá que sudar para sacar adelante cada votación parlamentaria. Un planteamiento que ha encontrado algunas voces internas que han advertido del desgaste que sufrirá el PP si la opinión pública acaba percibiendo una mayoría absoluta que aplica el rodillo en la Cámara Alta frente a un Congreso multipartito que representa a la mayoría ciudadana, según el resultado de las elecciones del 23J.
─ Torra: “No deberíamos iniciar diálogos que sitúen los límites en la Constitución”
─ El comisario de Justicia de la UE dice que no expresó “ninguna preocupación” por la amnistía
Opinión Puigdemont, la amnistía y el regreso a la tierra prometida

De la mayoría absoluta de Adolfo Suárez al fiasco de Feijóo: cómo fueron las votaciones en las anteriores investiduras
Claves ─ Una guía para la investidura: orden, tiempo de intervención y votaciones
Desde la restauración de la democracia y la aprobación de la Constitución, en 1978, el Congreso de los Diputados ha celebrado 17 debates de investidura. El primero en someterse a la confianza del Parlamento para llegar a la Moncloa fue Adolfo Suárez, que logró ser investido con mayoría absoluta –183 votos a favor, 149 en contra y ocho abstenciones– en una única votación que se produjo en 1979. El último en presentarse como candidato fue hace menos de dos meses el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que fracasó en segunda votación al obtener solo 172 ‘síes’ frente a 178 ‘noes’.
Ahora los 179 ‘síes’ amarrados por Pedro Sánchez para la investidura que comienza a debatirse este miércoles en el Congreso son más que los que obtuvo en 2020 y superará a los recibidos por Mariano Rajoy en 2016, Felipe González en 1989 y Zapatero en 2008.
Las investiduras fallidas previas a la de Feijóo fueron las de Sánchez de julio de 2019 y marzo de 2016. En esta última al PSOE no le bastó con la alianza que selló con Ciudadanos cuando este partido lo presidía Albert Rivera. Y hace cuatro años Sánchez no logró la Moncloa en verano después de que evitara pactar con Unidas Podemos. Sí la logró en enero de 2020, tras unas segundas elecciones que tuvieron lugar en noviembre de 2019 que le forzaron a pactar con los de Pablo Iglesias.
También fracasó Mariano Rajoy en agosto de 2016. Aunque el PP logró el apoyo de Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN, no pudo ganar ninguna de las dos votaciones y el candidato popular encajó 180 votos en contra. Uno de los momentos más tensos tuvo lugar precisamente tras ese fiasco de Rajoy. Dos meses más tarde, en octubre, con un PSOE partido por la mitad, el candidato del PP obtuvo los mismos votos a favor que en agosto, 170, pero la abstención de los socialistas –que a Sánchez le costó la secretaría general del PSOE y su acta de diputado— acabó haciendo presidente a Rajoy.
En 1981, mientras el Congreso votaba la investidura de Calvo Sotelo, un grupo de guardias civiles con Antonio Tejero a la cabeza perpetraron el intento de golpe de Estado del 23F. Una vez fracasado, se produjo otra votación en la que el candidato logró 186 síes, diez por encima de la mayoría absoluta.
Felipe González se presentó a cuatro investiduras y todas ellas las ganó por mayoría absoluta y, por tanto, en primera votación. José María Aznar también logró los ansiados 176 siempre que intentó ser presidente, aunque en 1996, en su estreno, necesitó los votos del PNV y de CiU. José Luis Rodríguez Zapatero fue investido en dos ocasiones, 2004 y 2008, y en la última ocasión necesitó una segunda votación.
¿Qué partidos votaron a favor y en contra de todas las investiduras en democracia?
Sentido del voto de los diputados de los partidos en el Congreso en todas las votaciones de investidura desde 1979. En varias investiduras no asistieron los 350 parlamentarios a la sesiónAdolfo Suárez – 1979 (1ª vot.)A favor (183)Abstención (8)En contra (149)Leopoldo C. Sotelo – 1981 (1ª vot.)A favor (169)Abstención (17)En contra (158)Leopoldo C. Sotelo – 1981 (2ª vot.)A favor (186)En contra (158)Felipe González – 1982 (1ª vot.)A favor (207)Abstención (22)En contra (115)Felipe González – 1986 (1ª vot.)A favor (184)Abstención (6)En contra (144)Felipe González – 1989 (1ª vot.)A favor (167)Abstención (6)En contra (155)Felipe González – 1993 (1ª vot.)A favor (181)Abstención (1)En contra (165)José María Aznar – 1996 (1ª vot.)A favor (181)Abstención (1)En contra (166)José María Aznar – 2000 (1ª vot.)A favor (202)En contra (148)José Luis R. Zapatero – 2004 (1ª vot.)A favor (183)Abstención (19)En contra (148)José Luis R. Zapatero – 2008 (1ª vot.)A favor (168)Abstención (23)En contra (158)José Luis R. Zapatero – 2008 (2ª vot.)A favor (169)Abstención (23)En contra (158)Mariano Rajoy – 2011 (1ª vot.)A favor (187)Abstención (14)En contra (149)Pedro Sánchez – 2016 (1ª vot.)A favor (130)Abstención (1)En contra (219)Pedro Sánchez – 2016 (2ª vot.)A favor (131)En contra (219)Mariano Rajoy – 2016 (1ª vot.)A favor (170)En contra (180)Mariano Rajoy – 2016 (2ª vot.)A favor (170)En contra (180)Mariano Rajoy – oct 2016 (1ª vot.)A favor (170)En contra (180)Mariano Rajoy – oct 2016 (2ª vot.)A favor (170)Abstención (68)En contra (111)Pedro Sánchez – 2019 (1ª vot.)A favor (124)Abstención (52)En contra (170)Pedro Sánchez – 2019 (2ª vot.)A favor (124)Abstención (67)En contra (155)Pedro Sánchez – 2020 (1ª vot.)A favor (166)Abstención (18)En contra (165)Pedro Sánchez – 2020 (2ª vot.)A favor (167)Abstención (18)En contra (165)Alberto Núñez Feijóo – 2023 (1ª vot.)A favor (172)En contra (178)Alberto Núñez Feijóo – 2023 (2ª vot.)A favor (172)En contra (177)