
Por Pachi Ortizfeliciano
Aprobado el año pasado, un histórico proyecto de ley sobre el clima ha abierto una nueva era en la geopolítica, una de competencia global sin precedentes por desarrollar tecnologías para salvar el planeta, el marco legal y las inversiones verdes dominó los titulares de Davos esta semana, provocó debates diplomáticos y puso a los legisladores del mundo en una situación difícil.
No solamente en Puerto Rico son los legisladores tal vez los menos capacitados para verdaderamente entender la temática ambiental, y no solamente en Puerto Rico son muchos de estos legisladores propensos a la corrupción que les ofrecen empresas petroleras y de gas natural para desatender lo que además ni siquiera entienden.
Si bien las discusiones en las reuniones anuales de la COP de las Naciones Unidas continúan requiriendo que todos los países colaboren en estrategias, objetivos y financiamiento globales, las inversiones en tecnologías climáticas están obligando a competir cuando se trata de diseñar y escalar soluciones destinadas a moderar el impacto de la humanidad en el Tierra.
“Estamos en la cúspide de una carrera de tecnología limpia”, dijo David Victor, profesor de innovación y política pública en la Universidad de California en San Diego.
Entonces, en lugar de traqueteos para tratar de mantener un sistema de producción de energía de combustibles fósiles, y a medida que el clima empeora, ¿qué nos depara 2023 en Puerto Rico para la política climática, el despliegue de energía limpia y el transporte electrificado?
El tema está sobre la mesa.