El 11 de agosto de 1903 fallecía don Eugenio María de Hostos en la República Dominicana. El eminente hostosiano, el Dr. José Ferrer Canales, manifiesta que: “Vicente Géigel Polanco nos propuso que forjáramos la patria ‘con la madera de los sueños de Hostos’” (Hostos y Martí, IEH, 1990).

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PUNTO DE VISTA
Por Carmelo Delgado Cintrón El Nuevo Dia
Don Vicente se proyecta en el Derecho, la Historia, la reforma social y la poesía. Es abogado y va al Derecho por medio de la poesía. (Eduardo de Hinojosa, Relaciones entre la Poesía y el Derecho, RAE, 1906). Es un cantor de Puerto Rico, defiende a ultranza el derecho natural a la libertad personal y colectiva que los puertorriqueños poseemos de forma inalienable, imprescriptible y perpetua.
Hostos, quien cultivó la poesía también, expresaba: “nuestra patria, nunca dejará de ser nuestra”, de ahí las afinidades y concordancias hostosianas con don Vicente. A propósito de la cita, don Vicente era un estudioso fervoroso y dedicado de la vida y la obra de Hostos. Las aportaciones de Géigel Polanco al estudio de la vida y escritos hostosianos le colocan en un sitial destacado en la bibliografía sobre Hostos.
Podemos destacar tres épocas o ciclos significativos en dichas investigaciones y aportaciones bibliográficas hostosianas integradas en las importantes aportaciones de Géigel Polanco, Antonio S. Pedreira y Juan Mari Brás. Se destacaban junto a estos: Margot Arce, Guillermo Cotto Thorner, Ferrer Canales, Francisco Manrique Cabrera, Lidio Cruz Monclova, Samuel R. Quiñones, Carmen Alicia Cadilla, los hermanos Perea, José Emilio González, José Paniagua Serracante y Manuel Negrón Nogueras, entre otros.
Resaltan los enjundiosos ensayos sobre Hostos de Géigel Polanco, recogidos en su libro: Ensayos Hostosianos, 1976; la primigenia biografía de Pedreira, Hostos: Ciudadano de América (1932), que abre nuevas contingencias y proposiciones en su conocimiento; José Ferrer Canales, Sobre los Ensayos Hostosianos, (El Mundo, 20 de marzo de 1979); y la gran convocatoria del jurista, intelectual, luchador anticolonial y periodista, el licenciado Juan Mari Brás en 1985, para la magna celebración del sesquicentenario de Hostos (1839-1989), que desencadenó una nueva etapa de numerosas iniciativas, investigaciones y diversos libros y estudios novedosos que están vigentes hasta nuestros días. A esos efectos, quiero destacar el libro del estudioso de la ciencia de la pedagogía y hostosiano el profesor José Miguel Rodríguez Matos, La educación en el Ideario de Hostos, 2013.
El crítico literario, poeta y editor Juan Martínez Capó publicó la reseña titulada: Vicente Géigel Polanco, El Grito de Lares y Ensayos Hostosianos, en el diario El Mundo,9 de septiembre de 1979, reconociendo la obra hostosiana del “Cerebro Mágico de Puerto Rico” como el pueblo apoda a don Vicente. Dice Martínez Capó:“El programa hostosiano que proponía Géigel a su país descansaba en los pilares éticos de la virtud y el cumplimiento del deber, en palabras que podrían ser duras, pero que llegaban plenas de sinceridad”.
A Vicente Géigel Polanco le unía a Hostos un lazo espiritual de comunes apetencias patrióticas, y pudo entender la trascendental aportación del Maestro mayagüezano de proyección universal porque ambos, Hostos y Géigel Polanco, estaban anclados por una misma idea fundamental de naturaleza patriótica y cultural de nuestra nación caribeña, de proyección latinoamericana. Los dos participaban de una misma ética personal y política. Su obra hostosiana es de gran calidad y reciedumbre, pues don Vicente entendía que los puertorriqueños requerían de modelos como Hostos y Betances que templasen el alma y el carácter de nuestros connaturales para que exigieran sus derechos y libertades y combatieran el colonialismo que limita y recorta nuestras nativas aspiraciones a la libertad, a la conservación y al goce de la cultura puertorriqueña.